La Ciudad de México enfrenta una temporada de lluvias intensa que ha desatado caos en las calles, con inundaciones, transporte público colapsado y alertas de colores que buscan advertir a la población. La Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) activó el lunes 2 de junio una triple alerta por lluvias torrenciales, dejando a los capitalinos lidiando con las consecuencias de un sistema de alerta que no todos comprenden.
El sistema de alerta temprana de la CDMX utiliza cinco colores para clasificar los riesgos meteorológicos: azul, verde, amarillo, naranja y rojo. Cada uno indica un nivel de peligro, desde lluvias ligeras hasta fenómenos extremos que pueden poner en riesgo la vida de los habitantes. Conocer su significado es clave para tomar precauciones en esta temporada.
La alerta azul marca el inicio de la temporada de lluvias, con un peligro mínimo. Es más un aviso para estar atentos, ya que las precipitaciones son ligeras y no representan un riesgo mayor. Sin embargo, la situación cambia rápidamente cuando los colores avanzan en el semáforo.
La alerta verde señala lluvias constantes con un peligro bajo. Aunque no suele causar problemas graves, la SGIRPC recomienda mantener la vigilancia, ya que las precipitaciones pueden acumularse y generar encharcamientos en ciertas zonas de la capital.
Cuando se activa la alerta amarilla, el peligro es moderado. Las lluvias puntuales pueden provocar encharcamientos, corrientes de agua en las calles y problemas en el tráfico. Esta alerta es común en la CDMX y pide a los ciudadanos estar atentos a las actualizaciones de las autoridades.
La alerta naranja indica un peligro alto, con lluvias intensas de 30 a 49 milímetros que pueden dañar estructuras ligeras, como lonas o anuncios. En este nivel, se reportan caídas de árboles, vehículos varados y afectaciones al transporte público, como el Metro, que reduce su velocidad por seguridad.
La alerta roja representa un peligro máximo, con lluvias muy fuertes de 50 a 70 milímetros que causan inundaciones severas, deslaves y daños generalizados. En este escenario, las autoridades piden a la población resguardarse y evitar salir, ya que el riesgo para la seguridad es elevado.
La alerta púrpura, la más grave, se activa ante fenómenos meteorológicos excepcionales, con lluvias de más de 70 milímetros, vientos fuertes y granizo. Estas condiciones pueden derribar árboles, estructuras frágiles y causar tormentas eléctricas constantes, poniendo en riesgo directo la vida de los capitalinos.
Las autoridades de la CDMX han emitido recomendaciones claras para enfrentar estas lluvias: no cruzar calles inundadas, mantener limpias las coladeras, evitar tirar basura en la vía pública y alejarse de cables eléctricos o estructuras inestables. También se pide reportar encharcamientos al Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) para una atención inmediata.
Con la temporada de lluvias en pleno apogeo, la CDMX enfrenta un desafío constante para mantener la seguridad de sus habitantes. Las alertas de colores son una herramienta clave, pero su efectividad depende de que la población las entienda y actúe con precaución ante el clima impredecible.