La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha recortado sus proyecciones de crecimiento económico global, y Estados Unidos no se escapa del impacto. Según su último informe, la economía estadounidense podría perder 1.6 puntos de su Producto Interno Bruto en los próximos dos años debido a la escalada de aranceles impulsada por el presidente Donald Trump. Este ajuste refleja una caída significativa frente a las estimaciones previas, que anticipaban un crecimiento más robusto.
Desde que Trump asumió su segundo mandato en enero, ha implementado aranceles generalizados que han sacudido el comercio mundial. La OCDE señala que estas medidas, que incluyen un aumento promedio de las tarifas del 2.5% al 16% a mediados de mayo, no tienen precedentes en más de 80 años. Este incremento afecta tanto a aliados como a competidores, generando una ola de incertidumbre en los mercados financieros globales.
El informe destaca que los aranceles no solo impactan a Estados Unidos, sino que también golpean con fuerza a países como México y Canadá, socios clave en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá. En el caso de México, la OCDE proyecta una recesión con una contracción del PIB de 1.3% en 2025 y 0.6% en 2026, un escenario dramático comparado con las previsiones de crecimiento anteriores. Canadá también enfrenta una desaceleración significativa, con un crecimiento estimado de apenas 0.7% en ambos años.
En Estados Unidos, el crecimiento económico se reduciría al 1.6% en 2025 y al 1.5% en 2026, cifras mucho menores a las proyectadas previamente. La OCDE advierte que los consumidores estadounidenses sentirán el impacto directo en sus bolsillos, con un aumento estimado de 1.4 a 2.2 puntos porcentuales en los precios al consumo, dependiendo de cómo los minoristas manejen los costos adicionales.
Otro punto crítico es el déficit público de Estados Unidos, que se mantendría en torno al 7.5% del PIB en 2025 y podría escalar al 8.1% en 2026. La deuda pública superaría el 100% del PIB para finales de ese año, un umbral simbólico que refleja las presiones fiscales. Aunque los aranceles podrían generar ingresos adicionales, la OCDE indica que estos se verían contrarrestados por la desaceleración económica y las rebajas fiscales.
A nivel global, la OCDE recortó su pronóstico de crecimiento del 3.1% al 2.9% para 2025, y espera que se mantenga en ese nivel en 2026. Las tensiones comerciales y la incertidumbre política están frenando la inversión empresarial y el comercio internacional, lo que afecta a todas las economías, aunque con mayor intensidad en Norteamérica.
China, a pesar de los aranceles impuestos por Trump, logra mitigar el impacto gracias a un mayor gasto público, con un crecimiento proyectado de 4.7% en 2025 y 4.4% en 2026. En contraste, Japón también enfrenta una rebaja en sus perspectivas, con un crecimiento estimado de solo 0.7% en 2025.
El panorama económico global se complica aún más por el riesgo de un aumento en la inflación. La OCDE estima que, en el G20, la inflación podría situarse en 3.6% en 2025 y 3.2% en 2026. En Estados Unidos, la inflación alcanzaría el 3.2% este año, superando el objetivo de la Reserva Federal, lo que podría obligar a mantener tasas de interés elevadas por más tiempo.
La OCDE subraya que la escalada arancelaria no solo afecta el crecimiento económico, sino que también eleva los costos de producción y consumo. Esto podría traducirse en una menor confianza de los inversionistas y un impacto directo en los hogares, que enfrentarán precios más altos en bienes importados.
El organismo internacional llama a los bancos centrales a mantenerse vigilantes ante estas presiones inflacionarias y la incertidumbre global. En un mundo interconectado, las decisiones comerciales de una potencia como Estados Unidos tienen consecuencias de largo alcance, y el camino hacia la estabilidad económica parece cada vez más incierto.

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La OCDE lanza una advertencia: los aranceles de Trump podrían costarle a Estados Unidos 1.6 puntos de su PIB en dos años
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