La contienda por la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación alcanza un punto crítico. Hugo Aguilar Ortiz, abogado de origen mixteco, ha tomado una ventaja significativa sobre la ministra Lenia Batres, según los últimos cómputos del Instituto Nacional Electoral. Con más del 99% de las actas procesadas, Aguilar acumula 5.8 millones de votos, superando por más de 300 mil a Batres, quien se queda con 5.5 millones.
Este resultado preliminar posiciona a Aguilar como el favorito para liderar el máximo tribunal del país a partir de septiembre. Su perfil, ligado a la defensa de los derechos indígenas, ha resonado entre los votantes. Nacido en Tlaxiaco, Oaxaca, Aguilar ha destacado por su trayectoria como coordinador de Derechos Indígenas en el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, además de su cercanía al proyecto de la Cuarta Transformación.
Por su parte, Lenia Batres, conocida como “la ministra del pueblo”, no se queda atrás en esta reñida batalla. Su campaña, respaldada por su trayectoria política y su familia cercana a Morena, ha generado un fuerte apoyo, pero parece no ser suficiente para alcanzar a Aguilar. La contienda refleja la polarización en torno a la renovación del Poder Judicial, un proceso inédito en México.
La reforma judicial, impulsada por el gobierno de Morena, establece que el candidato con más votos asumirá la presidencia de la Suprema Corte por dos años. Aguilar, con su discurso de una justicia más accesible y cercana a los pueblos originarios, parece haber captado la atención de un electorado que busca un cambio en el sistema judicial.
Sin embargo, la elección no ha estado exenta de controversias. Reportes señalan que tanto Morena como otros partidos distribuyeron “acordeones” con sugerencias de voto, incluyendo a Aguilar entre los favoritos. Esto ha levantado sospechas sobre la transparencia del proceso, alimentando críticas hacia el manejo de la elección por parte del gobierno federal.
El Instituto Nacional Electoral ha destacado que la participación ciudadana en esta elección judicial fue baja, con apenas un 12.1% de los votantes registrados. Este dato pone en tela de juicio la legitimidad de un proceso que, según el gobierno, busca democratizar el Poder Judicial. La oposición ha señalado que la baja participación refleja el desinterés y la desconfianza de la ciudadanía.
Mientras tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum celebró el avance de Aguilar, destacando su origen indígena como un hito histórico. Sin embargo, también mencionó que el INE debe revisar si la preferencia por mujeres, establecida en la Constitución, podría alterar el resultado final. Esta declaración ha generado incertidumbre sobre quién ocupará finalmente la presidencia.
Otros candidatos, como las ministras Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, también se mantienen en la contienda por un lugar en el pleno de la Corte. Sin embargo, Aguilar y Batres dominan las preferencias, consolidándose como los principales contendientes para liderar el nuevo rumbo del máximo tribunal.
El próximo 15 de junio, el INE declarará oficialmente la validez de los resultados y entregará las constancias de mayoría. Mientras tanto, el país observa con atención cómo se definirá el futuro de la Suprema Corte en medio de un proceso marcado por tensiones políticas y cuestionamientos al sistema electoral.