El Paris Saint-Germain hizo historia al conquistar su primera Champions League con una aplastante goleada de 5-0 frente al Inter de Milán en la final disputada en Múnich. Sin embargo, a pesar de este logro monumental, el equipo parisino no podrá lucir el prestigioso parche de campeón en su camiseta durante la próxima temporada.
El reglamento de la UEFA es claro: solo los clubes que han ganado la Champions League cinco veces o tres de forma consecutiva pueden portar este distintivo en la manga izquierda de su uniforme. El PSG, con su primer título, no cumple con estos requisitos, lo que ha sorprendido a muchos aficionados que esperaban ver el emblema en los partidos de la siguiente campaña.
La victoria del PSG marcó un hito no solo por el título, sino por la forma en que se logró. Bajo la dirección de Luis Enrique, el equipo parisino ofreció una exhibición futbolística sin precedentes, con goles de Achraf Hakimi, Désiré Doué (en dos ocasiones), Khvicha Kvaratskhelia y Senny Mayulu. Esta goleada es la mayor en la historia de una final de la Champions League, superando cualquier precedente.
Désiré Doué, un joven de 19 años, se convirtió en la figura del encuentro al participar en tres goles, dos de ellos suyos y una asistencia. Su actuación le valió el reconocimiento como el MVP de la final, demostrando una madurez impresionante para su edad. Junto a él, jugadores como Ousmane Dembélé y Gianluigi Donnarumma brillaron en el Allianz Arena.
El Inter de Milán, por su parte, no encontró respuesta ante el dominio parisino. El equipo italiano, dirigido por Simone Inzaghi, se vio superado tácticamente y no pudo contener la movilidad y efectividad del PSG. Esta derrota podría marcar el fin de un ciclo para los nerazzurri, que también perdieron la Serie A recientemente.
El triunfo del PSG no solo significa la ansiada “Orejona”, sino también una recompensa económica significativa. El club se embolsó 25 millones de euros por ganar la final, además de otros ingresos acumulados a lo largo del torneo, superando los 100 millones de euros en total. Este éxito financiero refuerza la posición del club como una potencia económica en el fútbol europeo.
A pesar de la euforia, los aficionados parisinos deberán esperar para ver el parche de campeón en la camiseta de su equipo. Para lograrlo, el PSG tendría que ganar cuatro títulos más o tres consecutivos, un desafío que parece lejano pero no imposible con el proyecto liderado por Luis Enrique.
La celebración en París no estuvo exenta de incidentes. Los festejos en las calles de la capital francesa se vieron empañados por disturbios entre aficionados y la policía, aunque la alegría por el título histórico del PSG se mantuvo como el foco principal de la noche.
Este título representa el primer triplete en la historia del fútbol francés, ya que el PSG también se coronó en la Ligue 1 y la Copa de Francia. La gesta de Luis Enrique coloca al entrenador español en un selecto grupo de técnicos que han ganado la Champions con dos equipos diferentes, tras su éxito con el Barcelona en 2015.
El PSG, sin figuras como Messi, Neymar o Mbappé, demostró que el trabajo en equipo y la estrategia pueden superar a las plantillas llenas de estrellas. Este triunfo en Múnich quedará grabado en la memoria de los aficionados como el día en que París tocó el cielo del fútbol europeo.