Un abogado oaxaqueño de origen mixteco, Hugo Aguilar Ortiz, está a punto de hacer historia al convertirse en el próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Según los resultados preliminares del Instituto Nacional Electoral, Aguilar lidera las votaciones de la elección judicial realizada este domingo, un proceso que ha levantado controversia por su cercanía con el oficialismo.
Nacido en San Miguel El Grande, Oaxaca, Aguilar Ortiz ha dedicado casi tres décadas a la defensa de los derechos de comunidades indígenas. Su trayectoria incluye roles clave en la protección de los pueblos originarios, como su actual cargo de coordinador de Derechos Indígenas en el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, nombrado en 2018 por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador.
La elección de Aguilar como posible presidente de la Corte no es casualidad. Su candidatura fue impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha destacado la importancia de tener ministros indígenas en el máximo tribunal. Este movimiento se alinea con la narrativa de la Cuarta Transformación, que busca transformar las instituciones del país, aunque no sin críticas por su cercanía al poder.
Con una maestría en Derecho Constitucional por la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Aguilar ha asesorado a comunidades indígenas en conflictos agrarios y controversias constitucionales. Entre 2001 y 2002, representó a 27 municipios en disputas legales ante la propia Suprema Corte, demostrando su experiencia en temas de justicia y derechos indígenas.
El conteo de votos del INE, con un avance del 86 por ciento, indica que Aguilar Ortiz habría obtenido cerca de 4.9 millones de votos. De confirmarse su triunfo, presidirá la Corte durante dos años, del 1 de septiembre de 2025 al 31 de agosto de 2027, según lo estipulado en el artículo 94 de la Constitución.
Sin embargo, esta elección no ha estado exenta de polémica. Organizaciones civiles han señalado irregularidades en el proceso, como la presunta operación de estructuras partidistas para movilizar votantes. La plataforma “Vigilantes” reportó denuncias de posibles manipulaciones, lo que ha generado dudas sobre la transparencia de la jornada electoral.
La llegada de Aguilar a la presidencia de la Corte representa un cambio significativo en un Poder Judicial que ha sido reformado para elegir a sus ministros por voto popular. Sus propuestas de campaña enfatizan un enfoque de justicia que vaya más allá de la simple aplicación de la ley, priorizando a las comunidades marginadas.
Mientras tanto, figuras como Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, actuales ministras, también han figurado en el conteo de votos, aunque Aguilar mantiene la delantera. La integración de la nueva Corte, con perfiles cercanos a la 4T, ha generado un intenso debate sobre la independencia del Poder Judicial.
Sheinbaum celebró la posibilidad de que un indígena presida la Corte, aunque recordó que la Constitución otorga preferencia a mujeres para el cargo. A pesar de esto, el INE tendrá la última palabra sobre quién asumirá la presidencia, en un proceso que sigue siendo observado con lupa por la sociedad.
La designación de Aguilar Ortiz podría marcar un precedente en la historia judicial de México, pero también plantea preguntas sobre el rumbo del Poder Judicial en un contexto de profundas reformas impulsadas por el oficialismo. El país espera los resultados finales para conocer el desenlace de esta elección histórica.