Un abogado de origen mixteco, Hugo Aguilar Ortiz, está a punto de hacer historia al convertirse en el próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Según los resultados preliminares del Instituto Nacional Electoral (INE), Aguilar lidera la elección judicial con más de 4.9 millones de votos, superando a figuras como Lenia Batres. Este resultado ha generado revuelo, dado su perfil cercano al proyecto de la Cuarta Transformación.
Aguilar Ortiz, actual coordinador de Derechos Indígenas en el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), tiene una trayectoria de más de 30 años defendiendo los derechos de comunidades indígenas. Su trabajo incluye la coordinación de consultas para proyectos prioritarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya y el Aeropuerto Felipe Ángeles. Su cercanía con la 4T ha levantado sospechas sobre la imparcialidad de su posible liderazgo en la Corte.
La presidenta Claudia Sheinbaum celebró la posible llegada de Aguilar a la SCJN, destacando que representa un cambio profundo al ser el primer indígena en presidir el máximo tribunal desde Benito Juárez. En su conferencia matutina, Sheinbaum subrayó que Aguilar es un abogado reconocido con credenciales sólidas, pero no mencionó las críticas sobre su alineación con Morena.
El proceso electoral del 1 de junio, que tuvo una participación ciudadana de apenas el 12.1%, ha sido cuestionado por su baja afluencia. A pesar de ello, Aguilar se posiciona como el favorito, aunque el INE aún debe determinar si la presidencia recaerá en él o en una mujer, debido a las reglas de paridad de género establecidas en la Constitución. Esto ha generado incertidumbre sobre el resultado final.
La trayectoria de Aguilar incluye roles clave como asesor del EZLN durante los diálogos de San Andrés y la representación legal de comunidades indígenas en Oaxaca. También participó en la redacción de la reforma constitucional sobre derechos de pueblos indígenas y afromexicanos, lo que lo ha convertido en una figura respetada en la defensa de estas comunidades.
Sin embargo, su cercanía con el gobierno de López Obrador y su respaldo explícito por parte de Sheinbaum han encendido las alarmas. Críticos señalan que su liderazgo podría inclinar la balanza de la SCJN hacia los intereses de la 4T, comprometiendo la independencia del Poder Judicial. La elección de Aguilar parece consolidar el control de Morena sobre las instituciones.
Entre sus propuestas, Aguilar plantea una justicia más accesible, con visitas de campo y un enfoque comunitario. Su visión busca reducir los formalismos legales y acercar la Corte a las realidades sociales, especialmente de los pueblos originarios. Sin embargo, estas ideas han sido vistas con escepticismo por quienes temen una politización del máximo tribunal.
Sheinbaum también destacó que Aguilar podría optar por usar vestimenta indígena en lugar de la tradicional toga de los ministros, un gesto que calificó como un derecho legítimo. Este comentario ha generado debate sobre la transformación cultural que Aguilar podría impulsar en la Corte.
La elección de Aguilar, de confirmarse, marcaría un hito al ser el segundo indígena en presidir la SCJN. No obstante, el bajo nivel de participación en la elección y su perfil político han desatado críticas sobre la legitimidad del proceso y el futuro de la justicia en México.
El INE tiene hasta el 15 de junio para entregar las constancias de mayoría a los ganadores. Mientras tanto, la posible llegada de Hugo Aguilar a la presidencia de la SCJN sigue generando controversia, con voces que celebran su origen indígena y otras que advierten sobre los riesgos de una Corte alineada al poder ejecutivo.