La histórica elección de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha quedado marcada por un dato alarmante: más de 10 millones de votos nulos. Con casi el 90% de las actas computadas, el Instituto Nacional Electoral reporta que el 11.8% de los sufragios emitidos para elegir a los nuevos ministros fueron inválidos, una cifra que supera el promedio de elecciones presidenciales.
Este proceso, impulsado por la reforma judicial del gobierno de Morena, ha generado críticas por su complejidad y falta de claridad. Los ciudadanos recibieron hasta seis boletas para elegir 881 cargos del Poder Judicial, lo que pudo contribuir a la confusión. La participación fue baja, con apenas un 13% de los casi 100 millones de electores habilitados acudiendo a las urnas.
Hugo Aguilar Ortiz lidera los conteos para la presidencia de la Suprema Corte, seguido por la ministra Lenia Batres. Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum ha puesto en duda quién ocupará el cargo, señalando que el INE debe evaluar si se prioriza la paridad de género, ya que la Constitución establece preferencias para las mujeres.
El alto número de votos nulos refleja el desconcierto de la ciudadanía. Expertos señalan que muchos electores anularon su voto intencionalmente como protesta, mientras que otros cometieron errores al llenar las boletas debido a su diseño complicado. Este escenario pone en tela de juicio la efectividad del proceso electoral.
La jornada del 1 de junio fue calificada por Sheinbaum como un “éxito total”, pese a la baja participación y los problemas reportados. La Secretaría de Gobernación también defendió el ejercicio, asegurando que cumplió las expectativas y que la elección se desarrolló en un ambiente de paz.
Sin embargo, las críticas no cesan. Organizaciones civiles han alertado sobre la posible influencia de Morena en los resultados, ya que varios candidatos electos son cercanos al oficialismo. Esto ha levantado temores sobre la independencia del Poder Judicial y el equilibrio de poderes en México.
El conteo de votos continúa, y se espera que los resultados finales se publiquen el 15 de junio. Mientras tanto, el INE enfrenta el desafío de analizar los votos nulos y los espacios en blanco, que podrían servir para futuras mejoras en el proceso electoral. La consejera presidenta Guadalupe Taddei destacó que este ejercicio será clave para evaluar el sistema.
La elección judicial, diseñada para renovar el Poder Judicial y combatir la corrupción, ha dejado más preguntas que respuestas. La alta cantidad de votos nulos y la baja participación ciudadana evidencian la dificultad de implementar un proceso de esta magnitud sin una preparación adecuada.
Este episodio pone en el centro del debate la reforma judicial impulsada por el gobierno de Morena. Mientras algunos celebran la participación popular, otros advierten que el control del partido oficialista sobre la Suprema Corte podría tener consecuencias graves para la democracia mexicana.
A medida que se conocen más detalles, la ciudadanía espera claridad sobre cómo se resolverán las dudas en torno a la presidencia de la Suprema Corte y si este proceso realmente fortalecerá la justicia en el país, o si, por el contrario, consolidará el poder de un solo partido.