La presidenta Claudia Sheinbaum ha lanzado un mensaje contundente a los próximos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: deben dejar atrás cualquier idea de persecución contra sus antecesores y enfocarse en transformar el acceso a la justicia en México. En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, la mandataria dejó claro que el pueblo espera un cambio radical en el Poder Judicial, pero sin caer en revanchismos políticos.
Sheinbaum insistió en que los nuevos ministros, que asumirán en septiembre tras la histórica elección judicial del pasado 1 de junio, tienen la responsabilidad de garantizar que la justicia llegue a todos los mexicanos. Según la presidenta, el sistema judicial debe priorizar la honestidad y la transparencia, dejando de lado cualquier tentación de usar su poder para ajustes de cuentas. Pero, ¿cumplirán con esta exigencia o seguirán los viejos vicios del pasado?
La mandataria también abordó las irregularidades que podrían surgir durante el proceso de entrega-recepción en la Corte. Aunque reconoció que los nuevos ministros tienen la facultad de presentar denuncias administrativas o penales si encuentran anomalías, enfatizó que estas acciones no deben convertirse en una cacería de brujas. “No debe ser un asunto de persecución, sino de justicia”, declaró Sheinbaum, marcando una línea que muchos consideran difusa.
El mensaje de la presidenta llega en un contexto de alta tensión tras la primera elección judicial en la historia de México, un proceso que ha generado controversia. Con una participación ciudadana de apenas el 12.19% según el Instituto Nacional Electoral, Sheinbaum defendió la jornada electoral frente a las críticas de la oposición, que la acusó de ser un fracaso. La mandataria replicó que, a pesar de los pronósticos pesimistas, la gente sí salió a votar, aunque los números reflejan un desinterés generalizado.
Sheinbaum también aprovechó para destacar la importancia de un Poder Judicial renovado. Según ella, los mexicanos esperan un sistema que realmente responda a sus necesidades, resolviendo los miles de casos pendientes que arrastra la Corte. La presidenta subrayó que el nuevo tribunal debe trabajar con honestidad y honradez, palabras que resonaron como un dardo hacia las gestiones anteriores del Poder Judicial.
La elección de Hugo Aguilar Ortiz, un abogado mixteco de origen indígena, como posible presidente de la Suprema Corte, fue celebrada por Sheinbaum. Aunque dejó en manos del INE la confirmación oficial, la mandataria destacó el perfil de Aguilar como un símbolo de inclusión y cambio. Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: ¿será este nuevo liderazgo capaz de cumplir con las expectativas de un sistema judicial más justo?
Críticos de la reforma judicial, impulsada por Morena y aprobada el pasado septiembre, han señalado que el proceso de elección popular podría politizar aún más a la Corte. Sheinbaum, sin embargo, insiste en que esta transformación es un mandato del pueblo y que cualquier intento de obstaculizarla carece de sustento. La presidenta ha sido clara: nadie, ni siquiera los ministros actuales, podrá detener lo que ella llama “la voluntad popular”.
El trasfondo de estas declaraciones está marcado por los roces entre el Ejecutivo y el Poder Judicial. Sheinbaum ha acusado en el pasado a algunos ministros de actuar en contra de la reforma, utilizando su posición para proteger privilegios. Esta narrativa, heredada de su antecesor Andrés Manuel López Obrador, mantiene viva la confrontación entre poderes, con la Corte en el centro de la controversia.
La presidenta también hizo un llamado a resolver los rezagos judiciales y a generar un ambiente de confianza en el sistema de justicia. Según Sheinbaum, los mexicanos merecen un Poder Judicial que no solo sea eficiente, sino que también sea percibido como imparcial y cercano a la gente. Sin embargo, las críticas no cesan, y muchos se preguntan si este nuevo capítulo en la Corte será un verdadero avance o solo una extensión del proyecto político de Morena.
A medida que se acerca la entrada en funciones de los nuevos ministros, el país observa con atención. La promesa de un sistema judicial renovado está sobre la mesa, pero los retos son enormes. ¿Logrará Sheinbaum imponer su visión de una justicia al servicio del pueblo, o se repetirá la historia de un Poder Judicial atrapado en disputas políticas? El tiempo lo dirá.

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¡ESCÁNDALO EN LA CORTE! SHEINBAUM EXIGE A NUEVOS MINISTROS OLVIDAR VENGANZAS Y MIRAR AL FUTURO
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