José Luis Contreras Cruz, titular del área jurídica del Issste en Chihuahua y candidato a juez federal, enfrenta graves acusaciones que han desatado polémica en el estado. Un colectivo dedicado a la protección de mujeres víctimas de violencia ha señalado al abogado por presuntos actos de abuso y acoso sexual contra trabajadoras y trabajadores del instituto médico. Las denuncias, respaldadas por testimonios, han puesto en duda su idoneidad para un cargo de tal relevancia.
El colectivo ha hecho públicas las acusaciones, asegurando que las conductas de Contreras Cruz son bien conocidas dentro del Issste. Según los denunciantes, el Comité de Ética de la institución no ha actuado, supuestamente porque el candidato goza de la protección del senador Juan Carlos Loera. Esta relación política ha generado críticas, ya que muchos consideran que esta influencia lo hace sentirse intocable.
Además de las acusaciones de acoso, Contreras Cruz tiene un historial que levanta sospechas. Durante su paso por la administración estatal y federal, se le relaciona con irregularidades, como la desaparición de una avioneta incautada cuando era administrador de la Aduana de Chihuahua. Su desempeño como juez provisional en 2018 también fue cuestionado, al no ser ratificado en la elección judicial de ese año.
Las denuncias no son nuevas. En las marchas del 8 de marzo en Chihuahua, pintas en las calles señalaron a Contreras como acosador, reflejando el descontento de la ciudadanía. Estas manifestaciones dejaron claro que su candidatura es vista por muchos como un riesgo, especialmente por quienes exigen transparencia y ética en los cargos judiciales.
El colectivo también ha presentado pruebas de hostigamiento sexual y laboral dentro del Issste, lo que agrava las acusaciones. Estas evidencias, según los denunciantes, demuestran un patrón de comportamiento que no debería ser tolerado en alguien que aspira a impartir justicia. La falta de acción por parte de las autoridades ha intensificado las críticas hacia el proceso de selección judicial.
Por si fuera poco, Contreras Cruz ha sido identificado como militante de Morena, ocupando diversos cargos dentro del partido ante el Instituto Nacional Electoral. Este vínculo político ha alimentado las sospechas de que su candidatura podría estar respaldada por intereses partidistas, en lugar de méritos profesionales o éticos.
La controversia no solo afecta a Contreras, sino que también pone en el ojo del huracán el proceso de selección de jueces en Chihuahua. La ciudadanía, indignada, ha expresado su preocupación por la posibilidad de que personas con antecedentes cuestionables ocupen cargos clave en el sistema judicial.
La postulación de Contreras ha generado reacciones de repudio en redes sociales, donde se le señala como un peligro para la justicia en el estado. Usuarios han destacado la valentía de quienes han denunciado estos actos, subrayando la importancia de evitar que alguien con estas acusaciones llegue a un puesto de poder.
Mientras el proceso electoral avanza, la presión crece para que las autoridades investiguen a fondo estas denuncias. La ciudadanía de Chihuahua exige que los candidatos a jueces sean personas con integridad intachable, capaces de garantizar justicia sin prejuicios ni conflictos de interés.
Este caso pone en evidencia los retos que enfrenta el sistema judicial mexicano, donde la transparencia y la rendición de cuentas siguen siendo demandas urgentes. La candidatura de Contreras Cruz, envuelta en escándalo, será un tema clave en las próximas elecciones judiciales.