En el año 2000, la legendaria banda británica Saxon, ícono del New Wave of British Heavy Metal, llegó a Chihuahua por primera vez para ofrecer un concierto inolvidable. El 19 de noviembre, el Bar La Herradura vibró con la energía de los fanáticos chihuahuenses, quienes abarrotaron el lugar para disfrutar de la gira promocional del álbum Metalhead. Todo parecía perfecto: la organización cumplió, el público respondió y el evento transcurrió sin problemas. Pero lo que nadie esperaba era la pesadilla que aguardaba a los músicos fuera del escenario.
Tras su exitosa presentación, Saxon se enfrentó a una experiencia que empañó su visita a México. Agentes de la extinta Policía Federal, en un acto descarado, retuvieron ilegalmente a la banda y les exigieron todo el dinero que llevaban consigo. Este robo a mano armada, perpetrado por quienes debían garantizar la seguridad, dejó a los músicos de Barnsley, Reino Unido, con un amargo recuerdo de Chihuahua. La situación fue tan impactante que inspiró una de sus canciones más emblemáticas.
El incidente no quedó en el olvido. Años después, en 2023, Saxon regresó a Chihuahua para un concierto en el Salón Pistoleros. Sin embargo, la sombra del pasado pareció perseguirlos. Al llegar al aeropuerto, los músicos enfrentaron un nuevo contratiempo: las autoridades aeroportuarias retrasaron la entrega de sus instrumentos bajo el pretexto de un supuesto impuesto inexistente. La insinuación de una “propina” para agilizar el trámite fue clara, aunque no se concretó.
Biff Byford y Nigel Glockler, miembros de la banda, no ocultaron su frustración. En una conversación en el aeropuerto, expresaron su incredulidad ante la situación. No entendían por qué, viniendo a alegrar a los metaleros chihuahuenses, debían lidiar nuevamente con abusos de autoridad. Recordaron el robo de 2000 y compararon el nuevo incidente con los eventos que inspiraron su canción “Running for the Border”. La vergüenza ajena fue inevitable para quienes presenciaron su malestar.
A pesar de los obstáculos, Saxon demostró su profesionalismo. Tras esperar más de dos horas para recuperar su equipo, la banda se presentó en el Salón Pistoleros el 1 de diciembre de 2023. Acompañados por Brian Tatler, de Diamond Head, ofrecieron un concierto memorable que dejó claro por qué son una de las bandas más queridas del heavy metal. Los fans chihuahuenses, fieles y apasionados, respondieron con una energía que hizo olvidar, al menos por una noche, los problemas.
El robo de 2000 dejó una marca imborrable en la historia de Saxon. La canción “Running for the Border” se convirtió en un himno que, aunque poderoso en su sonido, lleva consigo la amarga experiencia de aquel atraco. Para los metaleros del mundo, que una banda de su calibre haya dedicado una canción a un episodio tan deshonroso en Chihuahua es un recordatorio incómodo de los problemas de corrupción que persisten.
El regreso de Saxon en 2023, a pesar de los inconvenientes, mostró su compromiso con sus fans. La banda no se dejó intimidar por los fantasmas del pasado y volvió a entregar un espectáculo de primer nivel. Sin embargo, los incidentes en el aeropuerto reavivaron las críticas hacia las autoridades locales, que parecen no aprender de los errores del pasado.
Este capítulo en la historia de Saxon en Chihuahua es más que una anécdota. Es un reflejo de los desafíos que enfrentan los artistas internacionales al visitar ciertas regiones, donde la corrupción y el abuso de poder siguen siendo una realidad. A pesar de todo, la pasión por el heavy metal y el cariño de los fans chihuahuenses lograron que Saxon dejara una huella positiva.
La música de Saxon sigue resonando, y su conexión con Chihuahua, aunque marcada por momentos oscuros, demuestra que el amor por el rock puede superar cualquier adversidad. Los fans esperan que en futuras visitas, la banda encuentre solo el calor del público y no los tropiezos de un sistema que, en más de una ocasión, ha fallado en proteger a quienes traen alegría a su gente.
La próxima vez que escuches “Running for the Border”, recuerda la historia detrás de sus acordes. Es un grito de resistencia, un testimonio de lo que Saxon vivió en Chihuahua y una muestra de su fuerza para seguir adelante, sin importar los obstáculos.