El Kremlin ha descartado la posibilidad de una cumbre a tres bandas entre el presidente ruso, Vladímir Putin, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para abordar el conflicto entre Rusia y Ucrania. La noticia llega en un momento crítico, cuando las negociaciones de paz parecen estancadas.
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, fue claro al señalar que un encuentro de este tipo no está en el horizonte inmediato. Según Peskov, Putin ha expresado en varias ocasiones su disposición a dialogar al más alto nivel, pero insiste en que cualquier reunión debe ser el resultado de acuerdos previos alcanzados en negociaciones.
Las conversaciones más recientes entre Rusia y Ucrania, celebradas en Estambul, terminaron sin avances significativos hacia un alto el fuego. Aunque se acordó un intercambio de prisioneros heridos y jóvenes, el cese de hostilidades sigue siendo un objetivo lejano.
Zelenski ha propuesto una reunión trilateral para intentar desbloquear el proceso de paz, pero Rusia mantiene su postura firme. El Kremlin exige que cualquier cumbre sea precedida por acuerdos concretos, una condición que hasta ahora no se ha cumplido.
Por su parte, Trump ha mostrado interés en mediar en el conflicto. La Casa Blanca señaló que el presidente estadounidense está abierto a un encuentro que incluya a Putin, Zelenski y al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, como anfitrión. Sin embargo, la falta de avances en las negociaciones bilaterales complica esta posibilidad.
Rusia insiste en condiciones como el reconocimiento de los territorios ocupados, incluida Crimea, y la retirada de tropas ucranianas de ciertas zonas. Estas demandas han sido calificadas como inaceptables por Ucrania, que busca un alto el fuego inmediato y la devolución de menores deportados.
Mientras tanto, los enfrentamientos continúan en el terreno. Ucrania reportó ataques rusos en la región de Sumy, con víctimas civiles, mientras Rusia acusa a Kiev de lanzar drones contra su territorio. La escalada de violencia subraya la urgencia de una solución diplomática.
Las declaraciones de Peskov reflejan la postura inflexible de Moscú, que parece priorizar sus condiciones sobre un diálogo directo. Esto ha generado críticas de líderes europeos, que acusan a Rusia de obstaculizar la paz.
Zelenski, por su parte, ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos, buscando apoyo en Europa y Estados Unidos. Su reciente reunión con el canciller alemán, Friedrich Merz, aseguró colaboración para producir armamento en Ucrania, un paso que podría fortalecer su posición.
La comunidad internacional observa con atención, mientras el conflicto sigue cobrando vidas y destruyendo infraestructura. La negativa del Kremlin a una cumbre inmediata deja en el aire las esperanzas de una resolución rápida.