En un operativo coordinado, las autoridades de Chiapas capturaron a Jorge “N”, señalado como uno de los responsables de la emboscada que dejó un saldo de cinco policías estatales asesinados en Frontera Comalapa, cerca de la frontera con Guatemala. El ataque, ocurrido el lunes, ha encendido las alarmas sobre la escalada de violencia en la región.
El detenido fue encontrado escondido entre la maleza, a solo un kilómetro del lugar donde ocurrió el ataque. Portaba un fusil AK-47 con un cargador abastecido con tres cartuchos y una mochila con uniformes tipo militar. La Secretaría de Seguridad del Pueblo (SSP) informó que el operativo para capturar a los responsables continúa con el apoyo de drones y helicópteros.
Los hechos ocurrieron en el tramo carretero entre Ciudad Cuauhtémoc y el barrio Las Champas, en el ejido Sabinalito. Los cinco policías, cuatro hombres y una mujer, fueron atacados mientras realizaban patrullajes de rutina en una patrulla oficial. Los agresores, presuntamente ligados al crimen organizado, incendiaron el vehículo, dejando a las víctimas calcinadas.
El gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, condenó el ataque y aseguró que habrá una respuesta contundente contra los responsables. En un mensaje en redes sociales, afirmó que no permitirá que la violencia regrese al estado, aunque la situación en la zona fronteriza sigue siendo crítica.
La Fiscalía General del Estado (FGE) identificó a las víctimas como Guillermo Cortés Morales, Jesús Sánchez Pérez, Joel Martínez Pérez, Brenda Lizbeth Toalla Blanco y Pedro Hernández Hernández. Las autoridades han desplegado a más de mil elementos de la Secretaría de Seguridad para reforzar la vigilancia en la región y evitar nuevos ataques.
Fuentes de seguridad vinculan este atentado con la reciente detención de Aler Baldomero Samayoa Recinos, alias “Chicharra”, líder del grupo criminal guatemalteco Los Huistas, capturado en marzo y extraditado a Estados Unidos en mayo. Este grupo tiene nexos con el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, lo que agrava el panorama de inseguridad en la frontera.
La región de Frontera Comalapa ha sido señalada como un punto clave para el tráfico de drogas, armas y personas, lo que ha incrementado la presencia de grupos criminales. Pobladores denunciaron que, tras el ataque, se realizaron cateos y detenciones en la zona, algunos con presuntas irregularidades, como el caso de una mujer que acusó a la policía de sembrar droga en su hogar.
Este ataque se suma a una serie de hechos violentos en Chiapas, donde en lo que va de 2024 al menos seis policías han sido asesinados. La falta de avances en las investigaciones y la creciente inseguridad han generado temor entre la población, que exige acciones efectivas para frenar la ola de violencia.
El operativo para dar con los demás responsables continúa, con la participación de la Fuerza Reacción Inmediata Pakal y otras corporaciones. Las autoridades prometen que no habrá impunidad, pero la situación en la frontera sigue siendo un desafío para el gobierno estatal y federal.
La captura de Jorge “N” es un paso en la búsqueda de justicia, pero la violencia en Chiapas no cede. Los habitantes de Frontera Comalapa viven con miedo, mientras las autoridades intentan recuperar el control de una región asediada por el crimen organizado.