Un ataque sacudió la ciudad de Boulder, Colorado, el pasado 1 de junio, cuando un hombre lanzó un artefacto incendiario contra un grupo de personas reunidas en el centro comercial peatonal de Pearl Street. El agresor, identificado como Mohammed Soliman, de 45 años, dejó un saldo de 12 heridos, algunos con quemaduras graves. El FBI está investigando el incidente como un acto de terrorismo.
El ataque ocurrió durante un evento pacífico organizado por el grupo “Corre por sus Vidas”, que buscaba visibilizar la situación de los rehenes israelíes retenidos en Gaza. Los participantes, de entre 52 y 88 años, fueron sorprendidos por Soliman, quien gritó “Palestina libre” mientras arrojaba el dispositivo incendiario. La policía de Boulder recibió las primeras alertas a la 1:26 p.m., y los testigos describieron una escena caótica con humo y personas intentando apagar las llamas.
Mohammed Soliman, de origen egipcio, planeó el ataque durante un año, según documentos judiciales revelados por el FBI. Su objetivo era un “grupo sionista”, como él mismo lo describió. Tras ser detenido, confesó su acción y afirmó que lo volvería a hacer. Actualmente, enfrenta cargos federales por delito de odio y está bajo custodia en la cárcel del condado de Boulder.
El incidente ha generado conmoción en la comunidad judía de Estados Unidos, especialmente porque ocurrió al inicio de la festividad de Shavuot. Este ataque se suma a una serie de actos violentos recientes, como el asesinato de dos empleados de la embajada israelí en Washington y el incendio en la residencia del gobernador de Pensilvania. Las tensiones globales por el conflicto entre Israel y Hamas han alimentado un aumento de la violencia antisemita en el país.
Soliman residía ilegalmente en Estados Unidos desde que su visa de turista venció en febrero de 2023. Había solicitado asilo en 2022 y obtuvo un permiso de trabajo que también expiró. Vivía en Colorado Springs con su esposa y cinco hijos, donde vecinos lo describían como una persona amable, aunque algunos reportaron haber escuchado gritos en su hogar por las noches.
Las víctimas, cuatro hombres y cuatro mujeres, fueron hospitalizadas con lesiones que van desde leves hasta graves. Al menos dos de ellas fueron trasladadas en helicóptero a una unidad de quemados en Denver. Las autoridades locales y federales han acordonado la zona y continúan investigando si Soliman actuó solo o tenía vínculos con algún grupo.
El fiscal general de Colorado, Phil Weiser, calificó el ataque como un posible crimen de odio debido al grupo objetivo. Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, condenó el acto y pidió que el responsable sea procesado con todo el peso de la ley. El FBI ha reiterado que el caso se trata como un acto de terrorismo selectivo.
La policía de Boulder y el FBI siguen recopilando testimonios y pruebas. Un video difundido en redes sociales mostró el momento del ataque, donde se escucha a un testigo gritar que el agresor lanzaba cócteles molotov. La investigación busca esclarecer los motivos detrás de este acto de violencia que ha dejado una marca en la comunidad de Boulder.
Este incidente pone en evidencia las crecientes tensiones en Estados Unidos en torno al conflicto en Medio Oriente. La comunidad local, conocida por su ambiente universitario y vibrante, se encuentra en estado de alerta mientras las autoridades trabajan para garantizar la seguridad en la zona.