La exministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha sido elegida como la nueva presidenta de la Asamblea General de la ONU. Este lunes 2 de junio, la política de 44 años obtuvo un respaldo contundente con 167 votos a favor de los 193 países miembros, superando ampliamente la mayoría simple requerida de 88 votos. Baerbock se convertirá en la quinta mujer en ocupar este prestigioso cargo en los 80 años de historia de la organización.
La elección de Baerbock marca un momento significativo para la representación femenina en los espacios de poder global. Hasta ahora, solo cuatro mujeres han presidido la Asamblea General, siendo la ecuatoriana María Fernanda Espinosa la última en 2018. El cargo, que se renueva anualmente, ha sido dominado históricamente por hombres, con 75 presidentes masculinos frente a las cinco mujeres electas.
La candidatura de Baerbock no fue una sorpresa. Alemania, como parte del grupo de países de “Europa Occidental y otros”, tenía asignada la presidencia para el periodo 2025-2026. Su nombramiento fue negociado y respaldado previamente por los países de la Unión Europea, lo que allanó el camino para su victoria. En la votación secreta, solicitada por Rusia, Baerbock superó a su compatriota Helga Smith, quien obtuvo solo siete votos, mientras que 14 países se abstuvieron.
Conocida por su liderazgo en el partido Los Verdes y su compromiso con la acción climática, Baerbock asumirá el cargo el 9 de septiembre, justo antes del debate general anual de la Asamblea. Su agenda se centrará en promover la igualdad de género, la paz internacional y la lucha contra la crisis climática, temas que han marcado su carrera política. Durante su tiempo como ministra, fue una voz firme en la transición ecológica y en la crítica a la agresión rusa en Ucrania.
El secretario general de la ONU, António Guterres, felicitó a Baerbock y destacó el contexto desafiante en el que asume el cargo. Guterres subrayó que la ONU enfrenta un momento de divisiones y tensiones en el sistema multilateral, con mecanismos que aún reflejan dinámicas del pasado. Baerbock, por su parte, expresó que su prioridad será asegurar que las perspectivas de todas las regiones sean escuchadas en el proceso de reforma de la organización.
La elección de Baerbock también llega en un momento simbólico, coincidiendo con el 80º aniversario de la ONU y el proceso de reforma conocido como “UN80”. La política alemana ha prometido liderar con un enfoque inclusivo, llevando los debates de la ONU más allá de Nueva York y acercándolos a las personas en todo el mundo. Su experiencia como promotora de una “política exterior feminista” será clave en su gestión.
A pesar del respaldo mayoritario, la nominación de Baerbock no estuvo exenta de controversia. Inicialmente, Alemania había propuesto a la diplomática Helga Smith, una figura con amplia experiencia internacional. La decisión de reemplazarla por Baerbock generó críticas en algunos sectores alemanes, con figuras como Christoph Heusgen, expresidente de la Conferencia de Seguridad de Múnich, calificándola como un “modelo obsoleto” frente a la trayectoria de Smith.
La presidencia de Baerbock representa una oportunidad para reforzar el papel de Alemania en la ONU. Sebastian Fischer, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán, expresó que su liderazgo fortalecerá la influencia del país en el Consejo de Seguridad. Además, su llegada al cargo se produce en un momento en que crecen las voces que piden una mujer al frente de la Secretaría General de la ONU, un puesto que nunca ha sido ocupado por una mujer.
El papel de la Asamblea General, donde los 193 países tienen igual peso en el voto, es crucial para decisiones como la elección del secretario general, la aprobación del presupuesto de la ONU y la elección de miembros no permanentes del Consejo de Seguridad. Baerbock tendrá la tarea de moderar este foro de diálogo global, enfrentando retos como la polarización internacional y la necesidad de reformas en la organización.
La elección de Baerbock no solo destaca su trayectoria, sino que también pone el foco en la lucha por la igualdad de género en los espacios de poder. Mientras la ONU promueve los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen el empoderamiento femenino, la llegada de Baerbock al liderazgo de la Asamblea General es un paso hacia adelante, aunque aún queda camino por recorrer para romper el techo de cristal en los cargos más altos de la organización.

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Annalena Baerbock liderará la ONU: Un hito histórico para las mujeres en la política global
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