La jornada electoral en Ciudad Juárez y Parral, Chihuahua, se vio abruptamente interrumpida este domingo debido a una ola de violencia que ha generado alarma entre la población. Las autoridades locales tomaron la drástica decisión de suspender las votaciones en varias casillas tras reportes de amenazas y actos intimidatorios, incluyendo mensajes violentos y hallazgos macabros en las inmediaciones de los centros de votación.
En Ciudad Juárez, al menos cinco casillas fueron escenario de un hallazgo perturbador: hieleras con cabezas de cerdo acompañadas de mensajes amenazantes que advertían consecuencias para quienes acudieran a votar. Los incidentes se concentraron en colonias como Solidaridad y Fray García, donde la presencia de estos objetos generó pánico entre los ciudadanos que esperaban ejercer su derecho al voto.
En Parral, la situación no fue menos alarmante. Las tensiones derivadas de una contienda electoral cerrada, con una diferencia de apenas 97 votos entre las candidatas de Morena y el Partido del Trabajo, desencadenaron protestas ciudadanas. Los inconformes, que acusaban un posible fraude, se manifestaron frente a las oficinas del órgano electoral, exigiendo un conteo voto por voto.
La respuesta de las autoridades fue inmediata pero insuficiente para calmar los ánimos. Elementos de la Policía Estatal y la Guardia Nacional acudieron a las zonas afectadas en Juárez para resguardar las casillas, pero la suspensión de las votaciones ya era inevitable. En Parral, la falta de transparencia en el proceso electoral alimentó las sospechas y la indignación de los ciudadanos.
Este caos electoral pone en evidencia la fragilidad de la seguridad en Chihuahua, donde la violencia parece ganar terreno en momentos clave como una jornada electoral. La incapacidad de las autoridades para garantizar un proceso seguro ha desatado críticas sobre la falta de preparación y respuesta frente a las amenazas.
Los habitantes de ambas ciudades expresaron su frustración, ya que muchos se quedaron sin la oportunidad de votar. La interrupción del proceso no solo afecta la democracia local, sino que también envía un mensaje preocupante sobre el control que grupos criminales ejercen en la región.
La jornada, que debía ser un ejercicio de participación ciudadana, se convirtió en un reflejo del clima de inseguridad que azota al estado. Los ciudadanos exigen respuestas claras y acciones contundentes para evitar que la violencia siga marcando el rumbo de la democracia.
Mientras tanto, las autoridades electorales no han precisado cuándo o cómo se reanudará el proceso en las casillas afectadas. La incertidumbre reina en Juárez y Parral, donde la población espera que se restablezca el orden y se garantice su derecho al voto en un ambiente seguro.