En un hecho que ha conmocionado al país, al menos tres adultos mayores perdieron la vida mientras ejercían su derecho al voto en la histórica elección judicial del 1 de junio de 2025 en Veracruz y Coahuila. La jornada, marcada por la confusión y la falta de organización, dejó al descubierto serias fallas en el proceso electoral que buscaba renovar el Poder Judicial de la Federación.
En Veracruz, una mujer de 78 años falleció tras desvanecerse en una casilla en el municipio de Xalapa. Según testigos, la espera prolongada bajo el sol y la falta de sillas o espacios adecuados para los votantes de la tercera edad contribuyeron al trágico desenlace. Las autoridades locales no han emitido un pronunciamiento claro sobre las condiciones en las casillas.
En Coahuila, dos hombres de 75 y 82 años murieron en circunstancias similares en casillas de Saltillo y Torreón. Los reportes preliminares apuntan a que ambos sufrieron problemas cardiacos mientras hacían fila para votar. Familiares de las víctimas señalaron que no había personal médico ni medidas suficientes para atender emergencias en los centros de votación.
La elección judicial, la primera en su tipo en México, permitió a casi 100 millones de ciudadanos elegir a 881 jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte. Sin embargo, la jornada estuvo plagada de irregularidades, desde filas interminables hasta la falta de información clara sobre los candidatos, lo que generó confusión entre los votantes.
En Veracruz, medios locales reportaron que muchas personas acudieron a las urnas sin conocer a fondo a los aspirantes, y en algunos casos votaron “en equipo” por sugerencia de operadores políticos. La desorganización fue tal que en varias casillas faltó mobiliario básico, como mesas y sillas, afectando especialmente a los adultos mayores.
En Coahuila, las autoridades electorales enfrentaron críticas por no prever las necesidades de los votantes en un proceso tan complejo. La falta de capacitación de los funcionarios de casilla y la saturación de boletas, que en algunos casos incluían hasta nueve opciones, complicaron aún más la experiencia de los ciudadanos.
Organizaciones civiles han denunciado que el proceso careció de las garantías necesarias para proteger a los votantes vulnerables. La ausencia de protocolos claros para atender emergencias médicas en las casillas ha levantado cuestionamientos sobre la responsabilidad de las autoridades en esta tragedia.
Mientras tanto, el Instituto Nacional Electoral (INE) informó que el conteo de votos podría extenderse hasta el 10 de junio debido a la magnitud del proceso. Sin embargo, no ha emitido comentarios específicos sobre los fallecimientos ni sobre las condiciones que los propiciaron.
La muerte de estos tres adultos mayores pone en evidencia las fallas de un sistema electoral que, lejos de ser un ejercicio democrático ejemplar, dejó a su paso caos y tragedia. La ciudadanía exige respuestas y medidas para evitar que hechos como estos se repitan en futuros comicios.
Este lamentable episodio ensombrece una jornada que prometía ser un parteaguas en la historia democrática de México, pero que terminó marcada por el dolor y la indignación de quienes confiaron en el proceso.