En las elecciones judiciales del pasado 1 de junio en Chihuahua, los ciudadanos aprovecharon las boletas para manifestar un profundo descontento hacia la presidenta Claudia Sheinbaum y el gobierno de Morena. Lo que parecía ser una jornada electoral ordinaria se convirtió en un escaparate de críticas y mensajes de repudio escritos directamente en los votos, reflejando el malestar de la población.
En la capital del estado, Chihuahua, las boletas de la elección judicial del Distrito Morelos se convirtieron en lienzos de protesta. Frases como “Fuera Morena” y críticas directas a Sheinbaum aparecieron en numerosos votos, según reportes de ciudadanos en las casillas. Este acto simbólico evidencia la frustración acumulada contra la gestión federal y su partido.
El descontento no es nuevo. Desde hace meses, los chihuahuenses han señalado la falta de resultados en temas clave como seguridad y empleo. Las promesas de la llamada Cuarta Transformación no han convencido a muchos, quienes ven en el gobierno de Morena una continuación de prácticas opacas y decisiones que no benefician al estado.
En redes sociales, las imágenes de las boletas con mensajes críticos se viralizaron rápidamente. Algunos ciudadanos compartieron capturas de votos con frases que acusaban a Sheinbaum de ignorar las necesidades de Chihuahua, mientras otros apuntaron a la percepción de un gobierno centralizado que favorece otros estados sobre el norte del país.
La elección judicial, diseñada para renovar cargos en el Poder Judicial, fue aprovechada como una oportunidad para enviar un mensaje claro al gobierno federal. Los votantes no solo tacharon opciones, sino que usaron las boletas para expresar su rechazo a lo que consideran una imposición política desde la capital del país.
En algunas casillas, como la 483 en el municipio de Chihuahua, se reportaron irregularidades que alimentaron aún más la molestia. Ciudadanos denunciaron que las urnas fueron retiradas bajo el argumento de que las boletas eran del 2024 y no del 2025, lo que generó sospechas de manipulación en el proceso.
Este episodio refleja un sentimiento generalizado de desconfianza hacia las instituciones federales. Los chihuahuenses, conocidos por su carácter crítico y participativo, no dudaron en usar las boletas como un medio para exigir un cambio y hacer escuchar su voz.
La jornada electoral dejó claro que el descontento en Chihuahua va más allá de una simple elección. Es un grito de frustración contra un gobierno que, para muchos, no ha cumplido con sus promesas. Las boletas marcadas son solo un reflejo de un hartazgo que podría marcar el rumbo de futuras elecciones.
Mientras el gobierno de Sheinbaum enfrenta críticas a nivel nacional, en Chihuahua el mensaje es contundente: los ciudadanos exigen resultados concretos y no solo discursos. La elección judicial del 1 de junio quedará como un recordatorio de que el pueblo no se queda callado.
La pregunta ahora es si estas manifestaciones tendrán eco en el gobierno federal o si el descontento seguirá creciendo. Por lo pronto, las boletas de Chihuahua han hablado fuerte y claro, dejando un precedente de resistencia cívica en el estado.

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Chihuahuenses expresan su furia en las boletas electorales
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