En un nuevo capítulo de desorganización, el Instituto Nacional Electoral (INE) enfrenta críticas por la lenta llegada de paquetes electorales a Chihuahua. A tan solo horas de la histórica elección judicial del 1 de junio de 2025, solo 1565 paquetes han arribado a la bodega del INE en la capital del estado. La cifra es alarmante, considerando que se esperaba un operativo impecable para garantizar el ejercicio democrático que definirá 881 cargos del Poder Judicial.
El proceso, que marca la primera vez que los mexicanos eligen por voto popular a jueces, magistrados y ministros, está en el ojo del huracán. La tardanza en la entrega de los paquetes electorales ha generado incertidumbre entre los ciudadanos y los funcionarios encargados de las casillas. En Chihuahua, donde la participación ciudadana es clave, esta demora pone en riesgo la confianza en el proceso electoral.
Fuentes locales reportan que los paquetes llegaron en camionetas blancas sin resguardo adecuado ni cadena de custodia clara. Este descontrol ha desatado cuestionamientos sobre la capacidad del INE para manejar un evento de tal magnitud. La falta de transparencia en el traslado de los materiales electorales solo aviva las sospechas de irregularidades en un momento crucial para la democracia mexicana.
La elección judicial, impulsada por el gobierno de Morena, prometía ser un parteaguas en la historia del país. Sin embargo, los tropiezos logísticos del INE están opacando el supuesto avance democrático. En redes sociales, usuarios han señalado la desorganización como una muestra más de la incapacidad del instituto para cumplir con las expectativas de un proceso limpio y eficiente.
En Chihuahua, la situación es particularmente preocupante. La entidad, conocida por su alta participación en procesos electorales, esperaba recibir miles de paquetes con anticipación. Sin embargo, la llegada de apenas 1565 paquetes a la bodega del INE ha encendido las alarmas. Funcionarios locales han tenido que improvisar para organizar la distribución en un tiempo récord.
La ciudadanía, por su parte, no oculta su frustración. Muchos temen que la falta de paquetes electorales en las casillas pueda limitar el acceso al voto, especialmente en zonas rurales donde la logística es más complicada. Este escenario pone en entredicho la promesa de un proceso incluyente y accesible para todos los mexicanos.
El INE, que ha defendido su labor asegurando que los paquetes llegarán a tiempo, no ha logrado calmar los ánimos. La falta de comunicación clara sobre los retrasos y las medidas de seguridad en el traslado solo incrementa la desconfianza. En un contexto donde la transparencia es fundamental, estos errores podrían tener consecuencias graves en la percepción del proceso electoral.
A nivel nacional, el panorama no es mucho más alentador. Aunque el INE reporta que ha iniciado la entrega de paquetes electorales en todo el país, las quejas por retrasos y falta de organización se repiten en varias entidades. La elección judicial, que debería ser un hito democrático, corre el riesgo de convertirse en un ejemplo de improvisación y fallas logísticas.
Mientras tanto, en Chihuahua, los preparativos continúan contrarreloj. Los funcionarios electorales trabajan a marchas forzadas para garantizar que las casillas estén listas para el 1 de junio. Sin embargo, la sombra de la desorganización persiste, y la ciudadanía espera respuestas claras sobre lo que está ocurriendo con los paquetes electorales.
El desenlace de esta jornada electoral será decisivo. La llegada tardía de los paquetes y las dudas sobre la logística del INE podrían marcar el tono de una elección que, en lugar de fortalecer la democracia, podría alimentar el descontento social. Por ahora, Chihuahua y el resto del país esperan que el INE cumpla con su responsabilidad en este momento histórico.