El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció que el presidente Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, sostendrán una conversación en los próximos días para abordar las crecientes tensiones comerciales entre ambas naciones. La noticia llega en un momento crítico, con disputas centradas en aranceles y el acceso a minerales críticos que afectan las cadenas de suministro globales.
Bessent expresó confianza en que la relación entre Trump y Xi permitirá avanzar hacia una solución. Según el funcionario, la discusión buscará aclarar si las recientes restricciones de China a productos esenciales son intencionales o un fallo en su sistema. Estas declaraciones se producen tras acusaciones de Trump, quien señaló que China incumplió un acuerdo para reducir aranceles y restricciones comerciales.
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han escalado en los últimos meses, impactando los mercados globales. Los aranceles impuestos por Washington, que alcanzan hasta el 104% sobre bienes chinos, han generado respuestas equivalentes desde Pekín. Esto ha causado volatilidad en los mercados financieros, con caídas en índices como el EuroStoxx 50 y el S&P 500.
El secretario del Tesoro destacó que las negociaciones podrían enfocarse en minerales críticos, esenciales para industrias en Europa, India y Estados Unidos. Trump ha acusado a China de retener estos productos, lo que afecta las cadenas de suministro globales. Bessent subrayó que un socio confiable no debería actuar de esta manera.
A pesar de los roces, Bessent insistió en que no se han registrado alzas significativas en los precios al consumidor en Estados Unidos, lo que sugiere que las medidas arancelarias no han impactado directamente a los hogares. Sin embargo, expertos advierten que una guerra comercial prolongada podría tener efectos devastadores en la economía global.
El Ministerio de Exteriores chino ha respondido con críticas, acusando a Estados Unidos de promover una mentalidad de Guerra Fría. Portavoces chinos han defendido su postura, argumentando que las medidas de Trump reflejan un proteccionismo que daña el comercio multilateral.
La reunión entre Trump y Xi podría ser un punto de inflexión para reducir las tensiones. Sin embargo, Bessent no especificó una fecha para el encuentro, lo que mantiene la incertidumbre en los mercados. Los inversionistas esperan que un diálogo directo entre los líderes pueda evitar una escalada mayor.
Analistas señalan que la relación personal entre Trump y Xi podría facilitar las negociaciones. Durante su primer mandato, ambos líderes lograron acuerdos comerciales clave, aunque las actuales disputas presentan un desafío más complejo debido a la magnitud de los aranceles.
La comunidad internacional observa de cerca estos acontecimientos. Países como Reino Unido y miembros de la Unión Europea han instado a defender un sistema comercial basado en reglas, mientras que aliados en la región Indo-Pacífica enfrentan presiones para alinearse con Washington.
El desenlace de esta conversación será crucial para el futuro del comercio global. Una resolución efectiva podría estabilizar los mercados, pero un fracaso en las negociaciones podría profundizar la crisis comercial y sus repercusiones económicas en todo el mundo.