La noche del sábado y la madrugada del domingo, dos puentes en las regiones fronterizas de Briansk y Kursk, en Rusia, se derrumbaron en circunstancias que han levantado sospechas de terrorismo. Las autoridades rusas investigan los incidentes como posibles atentados, mientras políticos locales apuntan a Ucrania como responsable, sin presentar pruebas concretas.
En Briansk, un puente vial se desplomó sobre un tren de pasajeros que viajaba de Klimov a Moscú con 388 personas a bordo. El colapso ocurrió alrededor de las 22:50 horas del sábado, tras una explosión que destruyó la estructura. Entre los escombros, un camión que circulaba por el puente y varios vagones del tren quedaron destrozados.
El saldo en Briansk es devastador: siete personas fallecieron, incluyendo el conductor del camión y varios pasajeros del tren. Además, 47 personas fueron hospitalizadas, entre ellas tres niños, con tres de los heridos en estado grave. Las imágenes de la tragedia muestran un escenario caótico, con equipos de emergencia trabajando entre los restos del puente y el tren descarrilado.
En Kursk, el segundo incidente ocurrió a las 03:00 horas del domingo, cuando un puente ferroviario colapsó tras otra explosión. En este caso, un tren de mercancías fue afectado, y la locomotora se incendió al caer sobre una carretera. Afortunadamente, no se reportaron víctimas mortales, aunque el maquinista sufrió una lesión en la pierna.
El Comité de Instrucción de Rusia clasificó ambos sucesos como actos terroristas. Svetlana Petrenko, portavoz del organismo, señaló que las explosiones sugieren una acción deliberada. Las autoridades locales y federales han intensificado las investigaciones para determinar las causas exactas y los responsables de los colapsos.
Políticos rusos, como el senador Andrei Klishas, han acusado directamente a Ucrania de estar detrás de los incidentes, calificándola de “organización terrorista”. Sin embargo, Ucrania no ha emitido comentarios oficiales, y no hay evidencia verificada que sustente estas acusaciones. El año pasado, Rusia también señaló a Ucrania por el atentado en la sala de conciertos Crocus City Hall, aunque el ataque fue reivindicado por el Estado Islámico.
Los equipos de rescate continúan trabajando en ambas regiones. En Briansk, 16 ambulancias y personal médico atienden a las víctimas, mientras que autobuses trasladan a los pasajeros sobrevivientes a refugios temporales. En Kursk, las autoridades evalúan los daños en la carretera afectada por el colapso del puente ferroviario.
Estos incidentes ocurren en un momento crítico, justo cuando Rusia y Ucrania planean una segunda ronda de negociaciones de paz en Estambul. La tensión entre ambos países sigue en aumento, y los colapsos de los puentes podrían complicar aún más el diálogo. Las autoridades rusas han prometido reforzar la seguridad en las regiones fronterizas para evitar futuros incidentes.
La tragedia ha generado un fuerte impacto en las comunidades locales. En Briansk, los residentes lamentan la pérdida de vidas y exigen respuestas claras sobre lo sucedido. Mientras tanto, en Kursk, los daños a la infraestructura han interrumpido el transporte de mercancías, afectando la economía de la región.
La investigación sigue en curso, y las autoridades rusas aseguran que no descansarán hasta esclarecer los hechos. Por ahora, el colapso de los puentes en Briansk y Kursk deja un saldo de luto, incertidumbre y preguntas sobre la seguridad en las zonas cercanas al conflicto con Ucrania.

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Tragedia en Rusia: Dos puentes colapsan en un posible acto terrorista que deja siete muertos
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