La presidenta Claudia Sheinbaum acudió este domingo 1 de junio a emitir su voto en la primera elección judicial de México, un evento sin precedentes que busca renovar el Poder Judicial. Acompañada de su esposo, Jesús María Tarriba, la mandataria llegó a las 9:28 de la mañana a la casilla ubicada en la calle Moneda, frente al Palacio Nacional.
El proceso, impulsado por el movimiento de la Cuarta Transformación, ha generado fuertes críticas. La elección, que permite a los ciudadanos elegir a ministros, magistrados y jueces, es vista por algunos como un intento del gobierno por controlar el Poder Judicial. Otros lo defienden como un paso hacia la democratización de la justicia.
Sheinbaum tardó 14 minutos en llenar las nueve boletas correspondientes a los distintos cargos judiciales. Al salir de la casilla, fue recibida con gritos de “¡Presidenta!” por parte de algunos ciudadanos, con quienes se detuvo a conversar y tomarse fotos.
La jornada electoral no estuvo exenta de controversias. El Instituto Nacional Electoral reportó la instalación de solo el 20.75% de las 83,974 casillas previstas a las 8:40 de la mañana, lo que generó demoras de hasta 20 minutos en algunos puntos. Además, el recorte presupuestal al INE ha sido señalado como un obstáculo para la organización.
Críticos de la reforma, promovida inicialmente por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, advierten que esta elección podría debilitar los contrapesos democráticos. Acusan al gobierno de Morena de orquestar un proceso que favorece a candidatos afines al oficialismo, poniendo en riesgo la independencia judicial.
Por su parte, Sheinbaum defendió la elección como un ejercicio de democracia directa. Antes de votar, aseguró que el proceso no está “amañado” y llamó a la población a participar, rechazando las acusaciones de manipulación.
Mientras tanto, el expresidente López Obrador también participó en la jornada, votando en Chiapas. En su primera aparición pública tras dejar el cargo, elogió a Sheinbaum, calificándola como “la mejor presidenta del mundo” y defendiendo la reforma como un avance para combatir la corrupción judicial.
La elección no solo definirá el rumbo del Poder Judicial, sino que también pondrá a prueba la popularidad de Sheinbaum. Con una aprobación del 80% según encuestas recientes, la mandataria enfrenta el reto de legitimar un proceso cuestionado por su opacidad y la supuesta cercanía de algunos candidatos con Morena.
Organizaciones como Justicia Común A.C. han denunciado intentos de influir en el voto a favor de candidaturas vinculadas al oficialismo. Estas acusaciones alimentan las sospechas de que la elección podría consolidar el control del gobierno sobre el sistema judicial.
Tras votar, Sheinbaum se dirigió a Acapulco para encabezar la ceremonia por el Día de la Marina Nacional, dejando tras de sí un debate que sigue dividiendo a la sociedad mexicana sobre el futuro de la justicia en el país.