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La ley seca en la CDMX se extiende hasta el último minuto de este domingo 1 de junio, dejando a miles sin poder disfrutar de una cerveza o un brindis durante el fin de semana. La medida, impuesta por el gobierno de Clara Brugada, busca garantizar una jornada electoral ordenada, pero ha generado molestias entre los capitalinos que esperaban relajarse.

La prohibición, que comenzó a las 00:01 del sábado 31 de mayo, abarca todas las alcaldías de la Ciudad de México. Esto incluye vinaterías, supermercados, tiendas de autoservicio y hasta servicios de entrega a domicilio, que no pueden vender bebidas alcohólicas de ningún tipo.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, anunció esta restricción como parte de un operativo para las elecciones judiciales de este 1 de junio. Según las autoridades, el objetivo es evitar alteraciones al orden público durante los comicios, que son históricos por ser los primeros en renovar cargos del Poder Judicial.
Sin embargo, la medida no aplica en restaurantes. En estos establecimientos, los comensales pueden consumir bebidas alcohólicas siempre y cuando se acompañen de alimentos completos, no solo botanas. Esta excepción ha sido un alivio para algunos, pero no compensa la restricción generalizada.
La ley seca termina oficialmente a las 23:59 de este domingo 1 de junio. Esto significa que la venta y distribución de alcohol se reanudará a partir del primer minuto del lunes 2 de junio, permitiendo a los comercios volver a la normalidad.
Quienes incumplan la prohibición enfrentan sanciones severas. Las multas van de 2,375 a 3,394 pesos, según la Unidad de Medida Actualizada (UMA). Además, las autoridades pueden imponer arrestos de 24 a 36 horas en el Centro de Sanciones Administrativas, conocido como “El Torito”.
El artículo 19 de la Ley de Establecimientos Mercantiles de la CDMX establece claramente las excepciones y las reglas para esta medida. Los restaurantes son los únicos lugares donde el consumo de alcohol sigue permitido, pero solo bajo las condiciones mencionadas.
La implementación de la ley seca ha sido criticada por algunos sectores, que la consideran excesiva para una jornada electoral. Sin embargo, las autoridades capitalinas insisten en que es necesaria para garantizar la seguridad y el orden en un día clave para la democracia mexicana.
Este fin de semana, los capitalinos han tenido que ajustar sus planes. Muchos optaron por anticipar sus compras de bebidas o buscar alternativas en restaurantes para no verse afectados por la restricción.
A pesar de las molestias, la ley seca es una práctica común en procesos electorales en México. La medida busca minimizar incidentes y fomentar una participación ciudadana consciente durante las elecciones judiciales de este 1 de junio.

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