La presidenta Claudia Sheinbaum participó en las elecciones judiciales del 1 de junio, un evento sin precedentes en la historia de México. Acompañada de su esposo, Jesús María Tarriba, la mandataria emitió su voto en una casilla ubicada en la calle Moneda, cerca de Palacio Nacional, en el corazón de la Ciudad de México. Con un puño en alto, Sheinbaum exclamó “¡Que viva la democracia!” antes de ingresar al recinto, marcando un momento que el oficialismo celebra como un hito de participación ciudadana.
Estas elecciones, impulsadas por la reforma al Poder Judicial aprobada en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, buscan que el pueblo elija directamente a jueces, magistrados y ministros. Sheinbaum, fiel aliada de Morena, ha defendido este proceso como una herramienta para erradicar la corrupción en el Poder Judicial. Sin embargo, la jornada no estuvo exenta de controversias, con críticas que señalan un diseño electoral que podría favorecer a candidatos cercanos al gobierno.
El Instituto Nacional Electoral (INE) reportó la instalación de más de 84 mil casillas en todo el país, un desafío logístico monumental. A pesar de las quejas por recortes presupuestales y el poco tiempo para organizar los comicios, el INE destacó que 99.7 millones de mexicanos estaban convocados a votar. Sheinbaum recibió seis boletas para elegir entre más de 7 mil candidatos a 2,681 cargos judiciales, un proceso que, según ella, fortalecerá la democracia.
La mandataria, quien se mudó a Palacio Nacional tras su victoria electoral en 2024, votó por primera vez en el centro de la capital, dejando atrás su tradicional casilla en Tlalpan. Este cambio simboliza su nueva etapa como presidenta, pero también ha generado críticas. Algunos acusan al gobierno de Morena de usar estas elecciones para consolidar su influencia sobre el Poder Judicial, un señalamiento que Sheinbaum rechazó categóricamente.
Horas antes de la jornada, la presidenta llamó a los ciudadanos a participar y desmintió que el proceso estuviera manipulado. “Quienes dicen que está amañado quieren mantener los privilegios y la corrupción”, afirmó. Sus palabras reflejan la polarización que rodea esta reforma, con defensores que la ven como un avance hacia la justicia popular y detractores que temen una pérdida de independencia judicial.
El expresidente Andrés Manuel López Obrador también participó desde Chiapas, calificando la elección como un momento histórico. “Nunca el pueblo había tenido el derecho de elegir a sus jueces”, dijo, respaldando a Sheinbaum y al proyecto de la Cuarta Transformación. Sin embargo, la oposición ha alertado sobre posibles riesgos, como la influencia de poderes fácticos, incluido el crimen organizado, en la selección de candidatos.
El INE enfrentó críticas por la complejidad de las boletas, que obligan a los votantes a escribir el número de los candidatos en lugar de marcar nombres o partidos. Este diseño, según algunos, beneficia a los aspirantes más conocidos, muchos de ellos ligados a Morena. Además, el organismo electoral reportó dificultades logísticas, incluyendo la falta de recursos y la imposibilidad de instalar algunas casillas en zonas de alta inseguridad.
Sheinbaum, tras emitir su voto, anunció que daría un mensaje la noche del 1 de junio, una vez que el INE publicara los primeros resultados. La presidenta también tenía previsto viajar a Acapulco para encabezar la ceremonia del Día de la Marina, mostrando su agenda activa en medio de esta jornada electoral. Mientras tanto, la incertidumbre persiste sobre la participación ciudadana, con pronósticos de una asistencia menor a la esperada.
Las elecciones judiciales han desatado un intenso debate. Para el oficialismo, representan un paso hacia un Poder Judicial más cercano al pueblo. Para sus críticos, son un intento de Morena por controlar las instituciones y debilitar los contrapesos democráticos. Lo cierto es que México vive un momento único, con un proceso electoral que podría redefinir el futuro de su justicia.
El resultado de estas elecciones, con más de 18 mil aspirantes registrados, será clave para el proyecto de Sheinbaum y la Cuarta Transformación. Sin embargo, las dudas sobre la transparencia y la independencia del nuevo Poder Judicial persisten, mientras el país observa con atención los próximos pasos de una reforma que promete cambiar las reglas del juego.

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¡Histórica jornada! Claudia Sheinbaum vota en elecciones judiciales que sacuden México
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