En una contienda electoral que mantuvo a Polonia en vilo, Karol Nawrocki, candidato respaldado por el partido ultraconservador Ley y Justicia, se alzó con la victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Con el 50.89% de los votos, superó por un margen estrecho al liberal Rafal Trzaskowski, quien obtuvo el 49.11%, según el recuento final de la Comisión Electoral Nacional.
La jornada electoral, celebrada el 1 de junio de 2025, destacó por su alta participación, alcanzando el 71.63% de los casi 29 millones de electores convocados. Este nivel de asistencia a las urnas refleja la profunda polarización política en el país, dividido entre dos visiones opuestas sobre su futuro.
Nawrocki, un historiador de 42 años originario de Gdansk, se presentó como candidato independiente, pero con el respaldo del partido Ley y Justicia, liderado por Jaroslaw Kaczynski. Su campaña se centró en defender valores tradicionales cristianos y nacionalistas, además de cuestionar la integración europea y prometer un fortalecimiento de la defensa nacional.
Por su parte, Rafal Trzaskowski, alcalde de Varsovia y candidato de la Coalición Cívica, abogó por una Polonia moderna, proeuropea y abierta a la diversidad. A pesar de liderar la primera vuelta el 18 de mayo con el 31.36% de los votos, no logró consolidar su ventaja en la segunda ronda.
La campaña de Nawrocki no estuvo exenta de controversias. Medios locales revelaron supuestos vínculos con círculos violentos y acusaciones de conexiones con el crimen organizado, incluyendo un escándalo relacionado con servicios de prostitución en su juventud. Sin embargo, estas acusaciones no parecen haber afectado significativamente su apoyo entre los votantes.
El resultado de estas elecciones tiene implicaciones significativas para el gobierno del primer ministro Donald Tusk. Con Nawrocki en la presidencia, se espera que continúe el veto a las reformas progresistas impulsadas por Tusk, como la legalización del aborto, siguiendo la línea del presidente saliente, Andrzej Duda.
El poder de veto presidencial en Polonia permite al jefe de Estado bloquear iniciativas legislativas, lo que podría paralizar la agenda reformista de Tusk. Algunos analistas sugieren que esta victoria podría incluso precipitar elecciones legislativas anticipadas.
La elección también resalta la influencia de la extrema derecha, ya que Nawrocki captó votos clave de los seguidores de Slawomir Mentzen, candidato de Confederación, quien quedó tercero en la primera vuelta con el 14.8% de los apoyos.
El nuevo presidente electo asumirá el cargo el 6 de agosto de 2025, reemplazando a Andrzej Duda, quien concluye su segundo mandato. Este resultado marca un momento crucial para Polonia, en un contexto de tensiones políticas y debates sobre su rol en Europa.
La victoria de Nawrocki refuerza la posición de los sectores ultraconservadores en Polonia, mientras el país enfrenta desafíos internos y externos, incluyendo su relación con la Unión Europea y la OTAN, en un escenario geopolítico cada vez más complejo.

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El ultraconservador Karol Nawrocki se impone en las elecciones presidenciales de Polonia
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