En un evento multitudinario en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV celebró su primera gran misa del Jubileo 2025, dedicada a las familias, niños, abuelos y ancianos. Miles de fieles se reunieron bajo un intenso calor para escuchar las palabras del nuevo pontífice, quien asumió el cargo el pasado 8 de mayo. Su mensaje, claro y contundente, giró en torno a la defensa del matrimonio y la vida.
El Papa destacó que el matrimonio no es un ideal inalcanzable, sino un modelo concreto de amor entre hombre y mujer. Citando la encíclica Humanae Vitae de 1968, afirmó que este amor debe ser total, fiel y fecundo. Sus palabras resonaron entre los presentes, quienes llenaron la plaza vaticana en un ambiente de esperanza y reflexión.
León XIV subrayó que las familias son el pilar del futuro de los pueblos. Instó a los matrimonios a ser ejemplos de coherencia y amor, capaces de educar en libertad. En su homilía, enfatizó que todos dependemos de relaciones basadas en el cuidado mutuo, un vínculo que, según él, refleja el amor divino.
El pontífice no evadió temas controversiales. Criticó duramente lo que llamó “traiciones a la humanidad”, refiriéndose a quienes invocan la libertad para justificar actos que atentan contra la vida. Sus palabras fueron un llamado a proteger la vida en todas sus etapas, desde la concepción hasta la vejez.
Para reforzar su mensaje, León XIV mencionó ejemplos de matrimonios canonizados, como Luis y Celia Martin, padres de Santa Teresa del Niño Jesús, beatificados en 2008. También destacó a la familia polaca Ulma, mártires de la Segunda Guerra Mundial por proteger a judíos, como modelos de sacrificio y amor conyugal.
El Papa afirmó que la alianza matrimonial es esencial para contrarrestar las fuerzas que destruyen relaciones y sociedades. Según él, los “matrimonios santos” son un testimonio vivo de que el amor verdadero puede transformar el mundo, reflejando el plan de Dios para la humanidad.
En un momento emotivo, León XIV recorrió la Plaza de San Pedro en su papamóvil antes de la eucaristía. Bendijo a decenas de niños, saludó a padres y madres, y mostró especial cariño hacia los ancianos, a quienes llamó “modelos de fe e inspiración”.
Tras la misa, el Papa rezó el Regina Caeli, el rezo tradicional del periodo pascual. En este momento, volvió a dirigirse a las familias, destacando a los niños como fuente de esperanza y a los abuelos como ejemplos de fortaleza espiritual.
El mensaje de León XIV también incluyó un llamado a la paz. Pidió la intercesión de la Virgen María por las familias que sufren en conflictos, mencionando específicamente las guerras en Oriente Medio y Ucrania. Su súplica final fue por un mundo que camine unido hacia la reconciliación.
Con esta homilía, el Papa León XIV marca el inicio de su pontificado con un discurso firme, centrado en valores tradicionales y en la defensa de la vida, dejando claro que su liderazgo buscará reforzar el papel de la familia en la sociedad actual.

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El Papa León XIV sacude al mundo con su defensa del matrimonio tradicional y críticas a la “libertad de quitar vida”
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