La noche del sábado, París se convirtió en el epicentro de una celebración masiva tras la contundente victoria del Paris Saint-Germain (PSG) por 5-0 contra el Inter de Milán en la final de la Champions League. Este triunfo marcó la primera vez que el equipo parisino se alza con el codiciado trofeo europeo, desatando una euforia generalizada entre los aficionados.
Sin embargo, la alegría se vio opacada por graves disturbios en varios puntos de la capital francesa. Según las autoridades, las celebraciones derivaron en caos, con un saldo provisional de dos personas fallecidas, 192 heridos y 559 detenidos en todo el país. La mayoría de los arrestos ocurrieron en París, particularmente en los Campos Elíseos, donde se reportaron saqueos y enfrentamientos con la policía.
Uno de los incidentes más trágicos ocurrió en Dax, al suroeste de Francia, donde un joven de 17 años murió apuñalado durante las celebraciones. Las circunstancias de este hecho aún no están claras, y el agresor permanece prófugo, según informó la fiscalía local.
En París, otra víctima fatal fue una mujer que perdió la vida tras ser embestida por un vehículo mientras conducía un scooter en el barrio XV, cerca del estadio Parque de los Príncipes. Este accidente se suma a otros reportes de atropellos, como el ocurrido en Grenoble, donde un conductor arrolló a cuatro personas de una misma familia, dejando a dos de ellas en estado grave.
Los disturbios incluyeron actos vandálicos como el incendio de 264 vehículos y un total de 692 focos de fuego en todo el país. Comercios en los Campos Elíseos, incluida una tienda de ropa, fueron saqueados, mientras que en Nantes un autobús del transporte público fue vandalizado. La policía, con un despliegue de 5,400 agentes en París, recurrió a gases lacrimógenos y cañones de agua para contener a los alborotadores.
El ministro del Interior, Bruno Retailleau, condenó los actos violentos, describiendo a los responsables como “bárbaros” que aprovecharon la celebración para sembrar el caos. Un policía permanece en coma tras ser alcanzado por un petardo en Coutances, y otros 22 agentes resultaron heridos, junto con siete bomberos.
A pesar de los incidentes, la mayoría de los aficionados celebraron de manera pacífica. Miles se congregaron en el Parque de los Príncipes, donde pantallas gigantes transmitieron el partido, y en plazas como la Bastilla y la República. La Torre Eiffel se iluminó con los colores del PSG, reflejando el orgullo nacional por el logro deportivo.
El presidente francés, Emmanuel Macron, recibirá al equipo este domingo en el Palacio del Elíseo, mientras que un desfile por los Campos Elíseos está programado para continuar las celebraciones. Sin embargo, las autoridades han reforzado las medidas de seguridad para evitar que los disturbios se repitan.
Ousmane Dembélé, jugador del PSG, hizo un llamado a la calma tras el partido, pidiendo a los aficionados evitar la violencia y celebrar sin causar destrozos.
La victoria del PSG, liderado por el entrenador Luis Enrique, ha sido un hito para el fútbol francés, siendo apenas el segundo equipo del país en ganar la Champions League, tras el Olympique de Marsella en 1993. No obstante, los eventos de la noche muestran cómo un momento de gloria deportiva puede verse empañado por la violencia de una minoría.

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Disturbios empañan la histórica victoria del PSG en la Champions League
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