En una noche inolvidable para los aficionados celestes, Cruz Azul se coronó campeón de la Copa de Campeones de la Concacaf al golear 5-0 al Vancouver Whitecaps. El encuentro, disputado en el Estadio Olímpico Universitario de la Ciudad de México, fue un despliegue de dominio total por parte de La Máquina, que no dio tregua a su rival.
Desde el silbatazo inicial, los cementeros impusieron condiciones. Apenas al minuto 8, Ignacio Rivero abrió el marcador con un zurdazo tras un pase preciso de Lorenzo Faravelli. La presión constante de Cruz Azul desarmó por completo a la defensa canadiense, que no encontró respuesta ante el ataque mexicano.
El segundo tanto llegó al minuto 28, cortesía de Lorenzo Faravelli, quien definió con un disparo de derecha. La Máquina mantuvo el control absoluto del balón, manejando los tiempos del partido y generando oportunidades claras. Vancouver, en cambio, apenas logró inquietar al portero Kevin Mier.
Ángel Sepúlveda se convirtió en la figura del encuentro al anotar un doblete. Sus goles, al minuto 35 y en el segundo tiempo, consolidaron la ventaja de Cruz Azul. Cada intervención suya fue un golpe de autoridad que levantó a los aficionados en las gradas del estadio.
El polaco Mateusz Bogusz cerró la cuenta con un gol que selló la goleada. Su tanto, producto de una gran jugada colectiva, dejó en claro la superioridad de los mexicanos. Vancouver Whitecaps, sin capacidad de reacción, se despidió del torneo sin haber generado peligro real.
Con este triunfo, Cruz Azul alcanzó su séptimo título en la historia de la Concacaf, empatando al América como los máximos ganadores del torneo. Este logro marca un hito para el club, que no levantaba este trofeo desde 2014, cuando venció a Toluca.
El técnico uruguayo Vicente Sánchez, quien podría estar viviendo sus últimos momentos al frente del equipo, dejó una huella imborrable. Su estrategia fue clave para que La Máquina mostrara un fútbol sólido y contundente, recuperando la gloria internacional tras 11 años de sequía.
Además del título, Cruz Azul aseguró un premio de 4 millones de dólares y boletos para la Copa Intercontinental 2025 y el Mundial de Clubes 2029. México, por su parte, sumó su cuadragésimo campeonato en la competencia, consolidándose como el país más exitoso de la región.
La afición celeste celebró en grande en el Estadio Olímpico Universitario. La noche fue una fiesta completa, con cánticos y ovaciones que reconocieron el esfuerzo de un equipo que demostró estar a la altura de su historia.
Este título no solo devuelve a Cruz Azul al protagonismo continental, sino que reaviva la rivalidad con el América, ahora compartiendo el récord de trofeos en la Concacaf. La Máquina está de vuelta, y lo hace con una actuación para el recuerdo.