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¡Caballero en la cancha! Carlos Alcaraz da una lección de deportividad en Roland Garros

En un emocionante duelo de octavos de final en Roland Garros 2025, el tenista español Carlos Alcaraz demostró que no solo es un campeón con la raqueta, sino también un ejemplo de fair play. Enfrentándose al estadounidense Ben Shelton, Alcaraz protagonizó un momento que quedará grabado en la memoria de los aficionados al tenis.
El partido, disputado en la mítica pista Philippe Chatrier, fue un espectáculo de alto nivel. Alcaraz, número dos del mundo, se impuso con un marcador de 7-6 (8), 6-3, 4-6 y 6-4, avanzando a los cuartos de final. Sin embargo, más allá del resultado, un gesto de honestidad del español captó la atención de todos.
Corría el inicio del segundo set, con un juego crucial que se extendió por 17 minutos. En un punto clave, con el marcador en 30-30, Alcaraz intentó una volea en la red. La pelota, increíblemente, cruzó al otro lado tras un movimiento desesperado en el que soltó su raqueta. Aunque inicialmente se le otorgó el punto, el español no dudó en acercarse al juez de silla.
Con una honestidad poco común, Alcaraz señaló que había soltado la raqueta antes de impactar la pelota, una acción que, según las reglas, invalidaba el punto. El gesto, que dio ventaja a Shelton con un punto de quiebre, dejó atónito al estadounidense, quien no se había percatado de la infracción.
A pesar de ceder el punto, Alcaraz mantuvo la compostura. En un juego que incluyó seis oportunidades de quiebre para Shelton, el español defendió su servicio con garra y talento, asegurando su victoria en el set. Este acto de deportividad no pasó desapercibido, y el público de Roland Garros ovacionó al joven de 22 años.
Shelton, conocido por su potente saque y derechas fulminantes, puso en aprietos a Alcaraz durante todo el encuentro. El estadounidense, de 22 años, mostró destellos de gran tenis, especialmente en el tercer set, que logró llevarse. Sin embargo, la experiencia y la calma de Alcaraz en los momentos clave marcaron la diferencia.
Tras el partido, Alcaraz comentó que, aunque pudo haber guardado silencio, no hacerlo habría ido en contra de sus principios. “Me hubiera sentido culpable”, admitió con una sonrisa, destacando su compromiso con la honestidad y el respeto hacia su rival. Estas palabras reflejan el carácter de un jugador que no solo busca títulos, sino también inspirar.
Con esta victoria, Alcaraz se enfrentará ahora a Tommy Paul en los cuartos de final. Su camino en Roland Garros sigue siendo prometedor, y su gesto de caballerosidad lo consolida como un referente del tenis mundial. La cancha parisina fue testigo de un momento que trasciende el deporte, recordándonos el valor de la integridad en la competencia.

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