Este domingo, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del expresidente Andrés Manuel López Obrador, acudió a una casilla en Tlalpan, Ciudad de México, para participar en la inédita elección judicial de 2025. Acompañada de su hijo Jesús Ernesto López, la escritora e investigadora celebró la oportunidad de elegir a quienes impartirán justicia en México, un proceso que calificó como histórico. Su participación no pasó desapercibida, dado el peso político de su figura y su cercanía con el proyecto de la llamada Cuarta Transformación.
La elección judicial de este 1 de junio marcó un hito en México, siendo la primera vez que los ciudadanos votan directamente por jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En total, se eligieron 881 cargos judiciales, incluyendo nueve ministros de la Corte, magistraturas del Tribunal Electoral y juzgados de distrito. Gutiérrez Müller destacó en redes sociales que este proceso representa un cambio sin precedentes, subrayando que “por primera vez desde 1821” los mexicanos deciden quiénes administrarán la justicia.
Sin embargo, la jornada no estuvo exenta de controversias. Reportes de medios locales señalaron incidentes en algunas casillas, como proselitismo político a favor de ciertos candidatos y altercados entre electores y funcionarios. En la casilla de Gutiérrez Müller en Tlalpan, la participación fue moderada, pero se reportaron largas filas en otros puntos, como en la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde algunos temían que las boletas no fueran suficientes.
El proceso electoral, impulsado por el gobierno de López Obrador y respaldado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha generado opiniones divididas. Mientras algunos ciudadanos, como Gutiérrez Müller, lo ven como un avance democrático, otros lo critican por la falta de transparencia y el riesgo de politización del Poder Judicial. Organizaciones como la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito protestaron en la Ciudad de México, argumentando que esta reforma amenaza la independencia judicial.
Gutiérrez Müller, conocida por su activismo en redes sociales, compartió una imagen de su participación en la casilla, acompañada de un mensaje que resaltaba la importancia de la democracia participativa. Su hijo, Jesús Ernesto, también fue captado en el lugar, sumándose a este ejercicio que busca transformar la manera en que se eligen los impartidores de justicia en el país. La escritora evitó entrar en detalles sobre las críticas al proceso, enfocándose en su entusiasmo por la jornada.
Por su parte, el Instituto Nacional Electoral (INE) reportó que el 99.98% de las casillas se instalaron con normalidad, aunque reconoció incidentes menores, como cambios en la ubicación de casillas o suspensiones por cuestiones climáticas. La elección, que abarcó 19 entidades con renovación de tribunales locales, tuvo una participación variable, con encuestas previas que anticipaban una asistencia baja debido al desconocimiento de los candidatos.
Las críticas al proceso también incluyeron señalamientos sobre la calidad de algunos aspirantes. Semanas antes, se denunciaron vínculos de ciertos candidatos con el crimen organizado, lo que generó preocupación en el Congreso y en Palacio Nacional. La presidenta Sheinbaum instó a investigar estos casos, pero evitó señalar directamente a los implicados, mientras que el INE amagó con descalificar a perfiles cuestionables tras la elección.
A pesar de las controversias, figuras como Gutiérrez Müller defendieron la reforma como un paso hacia una justicia más cercana al pueblo. Sin embargo, ciudadanos como Virginia Ramírez, entrevistada en una casilla de la Ciudad de México, expresaron escepticismo, calificando el proceso como una “simulación” debido a la falta de participación ciudadana en el conteo de votos, a diferencia de elecciones tradicionales.
La elección judicial de 2025 no solo redefine el Poder Judicial, sino que también pone a prueba la confianza de los mexicanos en sus instituciones. Mientras algunos celebran la participación directa, otros advierten sobre los riesgos de un sistema que, sin garantías claras, podría debilitar la independencia de los tribunales. La jornada de este domingo quedará marcada como un experimento democrático que aún genera más preguntas que respuestas.
Con esta elección, México se convierte en el primer país del mundo en elegir a todos sus jueces federales por voto popular, un cambio que, según sus defensores, busca democratizar un sistema históricamente elitista. Sin embargo, el éxito de esta reforma dependerá de cómo se traduzca en una justicia más equitativa y transparente para los ciudadanos.