En Nuevo León, las elecciones judiciales del 1 de junio de 2025 comenzaron con expectativas mínimas, y los resultados no sorprendieron. Según especialistas electorales, solo entre el 7 y el 8 por ciento del padrón electoral acudió a las urnas, reflejando un desinterés generalizado en este proceso histórico para elegir a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial.
En la casilla 1282 Básica, ubicada en el Barrio Antiguo de Monterrey, todo estaba listo desde las 8 de la mañana. Funcionarios, urnas y boletas esperaban a los votantes, pero tras 90 minutos, solo ocho personas habían emitido su sufragio, tres de ellas funcionarios de la propia casilla. María González, presidenta de la casilla, expresó su sorpresa ante la falta de filas, un contraste notable con elecciones anteriores.
A pesar de algunos puntos con mayor afluencia, como las casillas especiales en la central de autobuses, el aeropuerto y la Facultad de Economía, la participación fue irregular. En el municipio de Guadalupe, por ejemplo, se reportó una asistencia constante, aunque con retrasos en la apertura de casillas. En la escuela primaria Emiliano Zapata, en la colonia CROC, las votaciones comenzaron hasta las 9:20 debido a la falta de funcionarios.
El Instituto Nacional Electoral (INE) señaló que la jornada enfrentó retos logísticos. En algunos domicilios asignados para casillas, los propietarios negaron el acceso, lo que obligó a reubicarlas. Sin embargo, el INE activó protocolos para garantizar la instalación de las urnas, aunque la baja participación opacó estos esfuerzos.
El desinterés ciudadano no es nuevo. Un estudio de Integralia advirtió que la complejidad de las boletas, con hasta seis colores distintos para elegir diversos cargos judiciales, desmotivó a los votantes. En promedio, cada persona debía seleccionar 34 cargos, un proceso que muchos consideraron confuso y abrumador.
Además, la falta de conocimiento sobre los candidatos fue un factor clave. A pesar de la plataforma “Conócelos” del INE, muchos ciudadanos llegaron a las casillas sin información clara sobre los perfiles. Algunos, como Don Adán Piña en Guanajuato, llevaron listas preparadas para sortear la complejidad del proceso, pero esta no fue la norma.
La jornada también estuvo marcada por críticas al proceso. En redes sociales, usuarios de Nuevo León compartieron imágenes de boletas anuladas con frases de protesta, reflejando el descontento de una parte de la población. Para muchos, estas elecciones no lograron conectar con la ciudadanía ni generar el entusiasmo esperado.
El conteo de votos comenzó al cierre de las casillas, a las 6 de la tarde, y se espera que los resultados oficiales se den a conocer el 15 de junio. Sin embargo, la baja participación ya ha generado cuestionamientos sobre la efectividad de este ejercicio democrático y su impacto en el futuro del Poder Judicial.
A pesar de los esfuerzos del INE por promover la participación, la indiferencia ciudadana fue la protagonista. En un estado con más de 4 millones de votantes registrados, la expectativa de una afluencia tan baja plantea preguntas sobre la confianza en el sistema electoral y la relevancia de estas elecciones para los ciudadanos.
Mientras México hace historia al elegir por primera vez a sus autoridades judiciales por voto popular, en Nuevo León el mensaje parece claro: la apatía superó a la participación, dejando un precedente que podría influir en futuros procesos electorales.