En un operativo policial en Camargo, Chihuahua, se desmanteló un lugar donde se presume se llevaba a cabo la compra de votos y la distribución de “acordeones” electorales. La acción tuvo lugar durante la jornada electoral del 1 de junio, en un contexto de alta tensión por las elecciones judiciales.
El exalcalde Adolfo “Fito” Trillo, el excoordinador del C7, Néstor Chavira, y el exsindicalizado Eduardo Fernández fueron detenidos en el lugar. Según reportes iniciales, estas personas estarían vinculadas a actividades ilícitas para influir en el voto de los ciudadanos.
De acuerdo con las autoridades, al llegar al sitio había alrededor de 20 personas presentes. Algunas de ellas intentaron ocultar los “acordeones”, hojas con instrucciones sobre cómo votar, trasladándolas a un domicilio particular para evitar su decomiso por parte de los agentes.
La policía municipal señaló que los “acordeones” son materiales que indican a los votantes por quién sufragar, una práctica que busca manipular el proceso electoral. Este tipo de acciones ha sido denunciado como un intento de coaccionar el voto en favor de ciertos candidatos.
El operativo se llevó a cabo en un momento clave, cuando millones de mexicanos acudieron a las urnas para elegir a los nuevos integrantes del Poder Judicial. La jornada estuvo marcada por diversas irregularidades reportadas en varios puntos del país.
La detención de estas figuras públicas en Camargo pone en evidencia los intentos de algunos actores políticos por interferir en la voluntad popular. Las autoridades locales han asegurado que continuarán vigilando para garantizar la transparencia del proceso.
Este incidente se suma a otras denuncias de operación de “acordeones” en estados como Ciudad de México, Estado de México y Nuevo León. En estas regiones, se han reportado esquemas organizados para inducir el voto, algunos presuntamente ligados a Morena.
La jornada electoral del 1 de junio ha sido señalada como compleja debido a las nuevas reglas de votación y la gran cantidad de cargos en disputa. La participación ciudadana, aunque lenta según observadores internacionales, ha sido significativa en varias zonas.
Las autoridades electorales han advertido que repartir “acordeones” o inducir el voto es un delito electoral. Este caso en Camargo refuerza la necesidad de una mayor vigilancia para proteger la integridad de los comicios.
La intervención en Camargo es un recordatorio de los retos que enfrenta México para consolidar un sistema electoral libre y justo. Las investigaciones seguirán para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades correspondientes.