Un total de 315 migrantes venezolanos, entre ellos 146 menores de edad, fueron repatriados a Venezuela desde México en un vuelo de la aerolínea estatal Conviasa. Este grupo forma parte de los miles de venezolanos que han retornado al país caribeño desde febrero, en el marco del programa gubernamental “Vuelta a la Patria”. La mayoría de estos migrantes fueron deportados desde Estados Unidos, tras un acuerdo migratorio entre Caracas y Washington.
El vuelo aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar, cerca de Caracas, donde las autoridades venezolanas recibieron a los repatriados. Según el Ministerio de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, los migrantes son atendidos con protocolos de seguridad y salud para garantizar sus derechos humanos. El objetivo es facilitar su reintegración a la vida cotidiana en el país.
De los 315 repatriados, 169 son adultos y 146 son menores de edad, incluyendo niños y adolescentes. Este detalle resalta la significativa presencia de familias y menores en el flujo migratorio. Las autoridades venezolanas destacaron que se brinda atención especial a los menores, con la participación de organismos como el Instituto Nacional de Defensa de los Derechos del Niño, Niña y Adolescente.
El programa “Vuelta a la Patria” busca ofrecer un retorno gratuito a los venezolanos que desean regresar, ya sea de forma voluntaria o tras ser deportados. Desde febrero, más de 5,200 venezolanos han retornado, principalmente desde Estados Unidos, México y Honduras. Este aumento en los retornos coincide con las políticas migratorias endurecidas por la administración de Donald Trump, que ha impulsado deportaciones masivas desde su regreso a la Casa Blanca.
El acuerdo migratorio entre Venezuela y Estados Unidos, firmado en enero, permite la deportación directa de migrantes venezolanos. Sin embargo, no ha estado exento de tensiones. En marzo, Estados Unidos envió a más de 230 venezolanos a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador, acusándolos de vínculos con la banda Tren de Aragua. El gobierno venezolano calificó esta acción como un “secuestro” y ha exigido la liberación de sus ciudadanos.
El flujo migratorio venezolano sigue siendo uno de los más grandes de la región. Según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, cerca de 7.89 millones de personas han abandonado el país en la última década, huyendo de la crisis económica y política. La mayoría se ha establecido en América Latina, pero muchos intentan llegar a Estados Unidos, enfrentándose a políticas migratorias más estrictas.
En el caso de los repatriados desde México, las autoridades venezolanas aseguran que los migrantes reciben apoyo para su reinserción socioeconómica. Sin embargo, no se han proporcionado detalles sobre los programas específicos o las condiciones que enfrentan al regresar a un país con una economía golpeada por sanciones y una inflación persistente.
La llegada de este grupo se produce en medio de una crisis diplomática. Estados Unidos ha intensificado las deportaciones, mientras Venezuela insiste en que los migrantes no deben ser tratados como criminales. La controversia sobre el uso de aviones militares para deportaciones y la detención de venezolanos en terceros países, como El Salvador, sigue generando fricciones entre ambos gobiernos.
Este movimiento de repatriación refleja los desafíos de la migración venezolana en un contexto de políticas migratorias más duras en la región. Mientras algunos migrantes buscan mejores oportunidades en el exterior, otros enfrentan la deportación y el retorno a un país con profundas dificultades económicas y sociales.
La situación migratoria sigue siendo un tema candente en América Latina, con países como México actuando como puente para los deportados. La repatriación de estos 315 venezolanos es solo un capítulo más en la compleja dinámica migratoria que afecta a millones en la región.