La molestia creció tras descubrirse que el gobierno de Cuautitlán Izcalli, encabezado por el morenista Daniel Serrano, no ha presentado autorizaciones claras para este proyecto. Los vecinos aseguran que las obras afectan su calidad de vida, generan problemas de tráfico y representan un riesgo para la seguridad de la zona. La falta de transparencia en el proceso ha intensificado las tensiones.
El viernes por la mañana, decenas de residentes se manifestaron frente al terreno en construcción. Con pancartas y consignas, exigieron respuestas del gobierno municipal. Denunciaron que las autoridades han hecho caso omiso a sus demandas, dejando a la comunidad sin información sobre el impacto de las bodegas en su entorno.
Uno de los principales temores es el impacto ambiental. Los habitantes señalan que las obras podrían dañar áreas verdes y aumentar la contaminación en una zona que ya enfrenta problemas de infraestructura. La falta de estudios de impacto ambiental ha sido un punto crítico en las críticas de los vecinos.
Además, el tráfico en Hacienda del Parque, una colonia con vialidades limitadas, podría colapsar con la operación de estas bodegas. Los residentes temen que el constante paso de camiones pesados complique aún más la movilidad en la zona, afectando su rutina diaria.
La seguridad también está en juego. Los vecinos advierten que la llegada de estas instalaciones industriales podría atraer actividades que incrementen la inseguridad en una comunidad hasta ahora tranquila. La ausencia de un plan claro para mitigar estos riesgos ha avivado las preocupaciones.
La relación entre los habitantes y el gobierno municipal está en un punto crítico. Los residentes acusan a Daniel Serrano de priorizar intereses privados sobre el bienestar de la comunidad. La falta de diálogo ha llevado a los vecinos a considerar acciones legales para detener la construcción.
Este caso no es aislado. En otras partes del Estado de México, como Naucalpan, los vecinos han enfrentado situaciones similares, donde proyectos de gran escala se imponen sin consulta previa. La resistencia de Hacienda del Parque podría marcar un precedente en la lucha por el respeto a los derechos de las comunidades.
Mientras tanto, las obras continúan. Los habitantes aseguran que no descansarán hasta obtener respuestas claras y garantías de que su calidad de vida no se verá comprometida. La presión sobre el gobierno de Cuautitlán Izcalli crece, y la comunidad espera que su voz sea escuchada.