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¡Última hora! Claudia Sheinbaum insiste en la farsa de la elección judicial del 1 de junio

La presidenta Claudia Sheinbaum ha hecho un nuevo llamado desde Chihuahua para que los ciudadanos participen en la inédita elección judicial del próximo 1 de junio, un proceso que ha generado controversia y críticas por su impacto en la democracia mexicana. En un evento público, Sheinbaum destacó que esta votación permitirá elegir a jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte, pero sus palabras han avivado el debate sobre la legitimidad de esta reforma.
La elección, programada para el domingo, involucrará a 99.7 millones de votantes que decidirán entre 3,422 candidatos para ocupar 881 cargos judiciales, incluyendo la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Tribunal de Disciplina Judicial. Sheinbaum insiste en que esta votación hará que el Poder Judicial esté “cerca del pueblo”, pero críticos advierten que el proceso podría ser un paso hacia el control político de la justicia.
El movimiento de la Cuarta Transformación, encabezado por Morena, ha promovido esta reforma como una forma de “purificar” el Poder Judicial, acusado por el expresidente López Obrador de ser elitista y corrupto. Sin embargo, la oposición y analistas han calificado la elección como una maniobra para consolidar el poder del partido gobernante, poniendo en riesgo la independencia judicial.
Sheinbaum ha defendido la elección como un ejercicio democrático, asegurando que millones de mexicanos acudirán a las urnas. Sin embargo, encuestas recientes proyectan una participación baja, entre el 5% y el 20%, debido a la complejidad del proceso y la falta de información clara sobre los candidatos. La ciudadanía enfrenta el desafío de votar en un sistema con múltiples boletas y miles de aspirantes.
Otro punto de controversia es la distribución de “acordeones” o guías electorales por parte de organizaciones cercanas a Morena, lo que ha generado acusaciones de manipulación del voto. La presidenta ha rechazado los llamados de la oposición a abstenerse de votar, argumentando que la participación masiva fortalecerá la democracia.
Analistas han advertido que esta elección podría tener consecuencias profundas. Algunos señalan que, al politizar el Poder Judicial, se debilita su papel como contrapeso al Ejecutivo y Legislativo. Otros, como el analista Héctor Alejandro Quintanar, ven en este proceso una oportunidad para que el voto ciudadano elimine las élites judiciales, aunque reconocen los riesgos de una mayor polarización.
El proceso también ha levantado preocupaciones sobre la seguridad. Aunque Sheinbaum descartó “focos rojos” específicos, se ha reforzado la vigilancia en estados como Durango y Veracruz, donde también se celebrarán elecciones locales. La Guardia Nacional estará presente para garantizar la tranquilidad durante la jornada electoral.
Mientras México se prepara para esta votación histórica, el debate continúa. Para algunos, es un paso hacia una justicia más democrática; para otros, un experimento peligroso que amenaza la estabilidad institucional del país. Lo cierto es que el 1 de junio marcará un precedente único en el mundo, con resultados que podrían definir el futuro del sistema judicial mexicano.

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