En Chihuahua, las autoridades de salud están investigando un nuevo caso de fallecimiento relacionado con el sarampión, una enfermedad que parecía estar bajo control pero que ha resurgido con fuerza en la región. La víctima, cuya identidad no ha sido revelada, eleva la preocupación sobre el brote que no da tregua en el estado.
El deceso se reportó en los últimos días, y según información preliminar, el paciente presentaba complicaciones derivadas del virus. La Secretaría de Salud del Estado ha confirmado que esta muerte se suma a las tres ya registradas este año en Chihuahua, lo que convierte al estado en el epicentro de esta crisis sanitaria a nivel nacional.
El brote de sarampión en Chihuahua ha alcanzado cifras alarmantes, con más de 1,700 casos confirmados hasta finales de mayo de 2025. La enfermedad se ha extendido a 38 municipios, afectando principalmente a comunidades vulnerables, como la menonita, donde la cobertura de vacunación es baja.
Las autoridades han señalado que la falta de vacunación es el principal factor detrás de esta situación. En algunos casos, las víctimas no contaban con ninguna dosis de la vacuna contra el sarampión, lo que agrava los riesgos, especialmente en personas con condiciones preexistentes como diabetes o leucemia.
Este nuevo fallecimiento ha encendido las alertas sobre la capacidad del sistema de salud para contener el brote. A pesar de los esfuerzos por aplicar más de 715 mil vacunas en lo que va del año, la cobertura sigue siendo insuficiente en varias regiones del estado, lo que permite que el virus continúe propagándose.
Chihuahua concentra el 95% de los casos de sarampión en México, una cifra que refleja la gravedad de la situación. Otros estados, como Sonora y Zacatecas, reportan casos, pero en números significativamente menores. Esto ha llevado a cuestionar las estrategias de prevención y respuesta en el estado.
El impacto del sarampión no solo se mide en contagios, sino también en las tragedias humanas que deja a su paso. La muerte de un niño de 7 años y un bebé de 11 meses, ambos de comunidades menonitas, ha generado conmoción y críticas por la falta de campañas efectivas de vacunación en zonas rurales.
La Secretaría de Salud ha insistido en la importancia de vacunar a los menores de edad, con dos dosis recomendadas: una a los 12 meses y un refuerzo a los 18 meses. Sin embargo, la desconfianza en algunas comunidades y la falta de acceso a servicios médicos complican los esfuerzos.
Mientras las investigaciones sobre esta nueva muerte avanzan, la población de Chihuahua vive con incertidumbre. La situación pone en evidencia los retos del sistema de salud pública y la urgencia de fortalecer las campañas de vacunación para evitar más pérdidas.