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La millonaria recompensa que se lleva el campeón de la Champions League

La final de la Champions League 2024-2025 está a punto de definirse, y más allá del prestigio de levantar la codiciada “Orejona”, el equipo vencedor se llevará una suma de dinero que puede transformar las finanzas de cualquier club. La UEFA ha destinado un fondo impresionante para premiar a los participantes, pero el campeón se queda con la parte más jugosa.
Cada club que logró clasificar a la fase de grupos de esta edición recibió un pago inicial de 18.64 millones de euros. Este monto, que por sí solo es significativo, es apenas el comienzo de las ganancias que los equipos pueden acumular a medida que avanzan en el torneo.
Por cada victoria en la fase de grupos, los clubes suman 2.8 millones de euros a sus arcas, mientras que un empate les otorga 930,000 euros. Estos incentivos económicos motivan a los equipos a darlo todo desde las primeras rondas, ya que cada punto cuenta tanto en la cancha como en el banco.
Los equipos que logran avanzar a los octavos de final reciben un bono adicional de 9.6 millones de euros. Este monto aumenta a 10.6 millones para los que llegan a cuartos, 12.5 millones para los semifinalistas y 15.5 millones para los dos finalistas, asegurando que incluso el subcampeón obtenga una cantidad considerable.
El gran premio, reservado para el campeón, es de 25 millones de euros, una cifra que se suma a todos los ingresos acumulados en las rondas previas. En total, el equipo que levante el trofeo puede superar los 111 millones de euros solo por méritos deportivos, una suma que refleja el enorme valor comercial de la competencia.
Además, la UEFA distribuye 850 millones de euros adicionales mediante un sistema conocido como “value pillar”. Este mecanismo beneficia especialmente a clubes con mayor historial en la competición, como Real Madrid, Bayern Múnich o Manchester City, que atraen a más aficionados y generan mayor interés mediático.
Estos ingresos no solo premian el éxito deportivo, sino que también permiten a los clubes invertir en nuevos talentos, mejorar infraestructuras o estabilizar sus finanzas. Para equipos de ligas menos ricas, llegar lejos en la Champions puede marcar una diferencia económica crucial.
La final de la Champions League no solo corona al mejor equipo de Europa, sino que también redefine el futuro financiero de los clubes. Cada gol, cada victoria y cada pase al siguiente ronda no solo acercan a los equipos al trofeo, sino también a una recompensa que puede cambiarlo todo.

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