A pocas horas de la histórica elección judicial del 1 de junio, un grupo de ciudadanos colocó una ofrenda floral frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en la Ciudad de México, con un mensaje contundente: “Ha muerto la justicia”. Este acto simbólico refleja el descontento de diversos sectores ante la reforma que permite la elección popular de jueces, magistrados y ministros, un proceso que ha generado controversia desde su aprobación.
La ofrenda, adornada con flores blancas y velas, fue instalada en la entrada principal de la SCJN, acompañada de pancartas que denuncian la supuesta politización del Poder Judicial. Los manifestantes, en su mayoría activistas y miembros de organizaciones civiles, expresaron su preocupación por lo que consideran una intromisión del gobierno federal en la independencia judicial.
La reforma judicial, impulsada por el partido Morena y promulgada en septiembre de 2024, establece que los ciudadanos elegirán a los integrantes del Poder Judicial, incluyendo a los ministros de la SCJN. Sin embargo, críticos aseguran que este mecanismo abre la puerta a la influencia política, especialmente por la cercanía de algunos candidatos con el oficialismo.
Organizaciones como Justicia Común A.C. han denunciado la difusión de información que, según ellos, busca favorecer a candidatos presuntamente ligados a Morena. Estas acusaciones han encendido el debate sobre la transparencia y la imparcialidad en el proceso electoral que definirá el futuro del sistema judicial mexicano.
El acto frente a la SCJN no solo simboliza luto por la supuesta pérdida de autonomía judicial, sino también una advertencia sobre los riesgos de esta elección. Los manifestantes señalaron que la votación de este domingo podría consolidar el control del Ejecutivo sobre el Poder Judicial, debilitando la división de poderes.
En Veracruz, una de las dos entidades que celebran elecciones locales este domingo junto con Durango, se elegirán no solo alcaldes, síndicos y regidores, sino también jueces y magistrados. Este proceso ha sido cuestionado por la falta de claridad en los criterios de selección de candidatos y las sospechas de manipulación electoral.
La protesta frente a la Suprema Corte también pone en evidencia el hartazgo de un sector de la sociedad que percibe la reforma como un intento de centralizar el poder. Los ciudadanos presentes exigieron que los futuros jueces y ministros actúen con independencia y no respondan a intereses políticos.
A pesar de las críticas, el gobierno federal defiende la reforma como un paso hacia una justicia más cercana al pueblo. Sin embargo, el mensaje de la ofrenda floral resuena como un grito de alerta: para muchos, la justicia en México está en un momento crítico.
Mientras el país se prepara para la jornada electoral, la tensión entre quienes apoyan y quienes rechazan la reforma judicial no hace más que crecer. La colocación de esta ofrenda marca un precedente en la víspera de un proceso que podría transformar el rumbo del Poder Judicial en México.
El futuro de la justicia mexicana está en juego, y esta protesta busca recordar a los ciudadanos la importancia de su voto en un momento que muchos consideran decisivo para la democracia del país.