En un evento que marcó el inicio de la construcción de la carretera Aguacaliente Grande-Baymena, en el municipio de Choix, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, aseguró que su administración está comprometida con distribuir el bienestar social en cada rincón del estado. La obra, que busca conectar comunidades indígenas como Baymena, es presentada como un paso hacia el desarrollo equitativo, pero ¿realmente cumplirá con las expectativas de los sinaloenses?
La carretera, con una inversión de 28 millones 413 mil pesos, tendrá una longitud de 2.37 kilómetros y un ancho de calzada de 7 metros. Según el secretario de Obras Públicas, se espera que esté lista en seis meses, de mayo a octubre de 2025. Esta infraestructura promete mejorar la calidad de vida de los habitantes de zonas rurales, pero la pregunta persiste: ¿es suficiente para atender las necesidades de comunidades marginadas?
Rocha Moya destacó que su gobierno prioriza a las comunidades indígenas, asegurando que todos los sinaloenses tienen derecho a condiciones dignas. Sin embargo, en un estado donde la desigualdad persiste, muchos se preguntan si estas promesas se traducirán en resultados concretos o si quedarán en discursos de buena intención.
La alcaldesa de Choix, Yoneida Vázquez, agradeció al gobernador por esta iniciativa y también por el apoyo para mitigar los efectos de la sequía en el municipio. Actualmente, se están utilizando ocho pipas para llevar agua a 56 comunidades rurales y nueve colonias urbanas, un esfuerzo que busca paliar la crisis hídrica que azota la región.
El proyecto forma parte de una política que el gobernador describe como humanista, enfocada en promover la cohesión social y la solidaridad colectiva. Sin embargo, en un contexto donde Sinaloa enfrenta retos como la inseguridad y la sequía, la ciudadanía espera que estas obras no sean solo promesas electoreras, sino soluciones reales.
La pavimentación de esta carretera es una de varias obras que el gobierno de Rocha Moya impulsa para conectar comunidades alejadas. La presencia de autoridades locales, como la diputada Briseyda Valenzuela y el gobernador tradicional indígena de Baymena, Arnoldo Castro Estrada, refuerza el mensaje de inclusión, pero la ejecución será clave para ganar la confianza de los habitantes.
El discurso del gobernador resalta la importancia de llevar el desarrollo a todos los sectores, desde las grandes ciudades hasta los pequeños poblados. Sin embargo, críticos señalan que la inversión en infraestructura debe ir acompañada de políticas integrales que aborden problemas estructurales como la pobreza y la falta de servicios básicos.
Mientras la construcción avanza, los sinaloenses observan con atención si estas obras transformarán la realidad de las comunidades más vulnerables o si, como en otros casos, los beneficios se diluirán en la burocracia o en intereses políticos. El tiempo dirá si Rocha Moya cumple su promesa de un Sinaloa más justo.