Elon Musk, el magnate que hasta este viernes fue asesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató una tormenta al responder a un explosivo artículo de The New York Times que lo señala por un supuesto consumo excesivo de drogas. Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Musk no se contuvo y arremetió contra el prestigioso diario, cuestionando su credibilidad con un tono desafiante.
Cuando un periodista intentó indagar sobre las acusaciones, Musk cortó de tajo la pregunta. En lugar de abordar el contenido del reportaje, prefirió atacar al periódico, recordando su cobertura sobre la supuesta interferencia rusa en las elecciones de 2016, que según él fue premiada con un Pulitzer basado en información falsa. “¿Es la misma publicación que ganó un Premio Pulitzer por el Rusiagate? ¡Creo que sí!”, dijo Musk con sarcasmo, dando paso a otro reportero sin dar más explicaciones.
El artículo de The New York Times asegura que durante la campaña electoral del año pasado, en la que Musk apoyó activamente a Trump, el empresario consumía drogas de manera mucho más intensa de lo que se conocía. Según fuentes anónimas citadas por el diario, su uso de sustancias iba más allá de lo ocasional, incluyendo éxtasis, hongos psicodélicos, estimulantes como Adderall y una cantidad significativa de ketamina.
El reporte detalla que el consumo de ketamina por parte de Musk habría sido tan elevado que incluso comenzó a afectar su salud, específicamente su vejiga, un problema conocido asociado al uso prolongado de esta sustancia. Además, se menciona que el multimillonario viajaba con una caja de medicamentos que contenía unas 20 pastillas, algunas marcadas como Adderall, un estimulante usado para tratar el trastorno por déficit de atención.
Musk, sin embargo, no es ajeno a hablar sobre su uso de sustancias. En 2017, admitió en un mensaje público haber enfrentado altibajos emocionales y estrés constante. Más recientemente, en 2024, reconoció en una entrevista que utiliza ketamina bajo prescripción médica, aproximadamente cada dos semanas, para tratar la depresión. Sin embargo, el artículo de The New York Times sugiere que su consumo durante la campaña de Trump fue mucho más allá de lo que él ha admitido públicamente.
El diario neoyorquino también señala que no está claro si este nivel de consumo continuó después de que Musk asumiera un rol clave en el gobierno de Trump como líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Esta iniciativa, creada para recortar el gasto público, marcó el breve pero intenso paso de Musk por la administración, del que se despidió este viernes tras expresar desencanto con algunos proyectos fiscales de Trump.
La Casa Blanca, por su parte, no se pronunció directamente sobre las acusaciones de consumo de drogas. En cambio, Trump aprovechó la ocasión para elogiar a Musk, calificándolo como un “patriota increíble” que ha enfrentado “abusos, calumnias y mentiras”. El presidente destacó que el 90% del país valora las contribuciones del empresario, asegurando que Musk seguirá siendo una figura influyente, aunque ya no forme parte oficial del gobierno.
El escándalo llega en un momento delicado para Musk, quien ha estado bajo la lupa no solo por su cercanía con Trump, sino también por su comportamiento errático en los últimos meses. The New York Times reporta que, durante la campaña, el magnate mostró actitudes controvertidas, como insultos a miembros del gabinete y gestos cuestionables, lo que alimentó las especulaciones sobre su estabilidad personal.
A pesar de las acusaciones, Musk ha optado por el silencio respecto a los detalles del artículo, prefiriendo desviar la atención hacia la credibilidad del medio. Su respuesta, cargada de ironía, refleja su estilo combativo frente a las críticas, una estrategia que ha usado en el pasado para contrarrestar controversias.
Mientras tanto, el debate sobre la veracidad de las afirmaciones de The New York Times continúa. La falta de una negación directa por parte de Musk deja espacio para especulaciones, al tiempo que su salida del gobierno marca el fin de una etapa polémica en su carrera, aunque él mismo asegura que su influencia en proyectos como DOGE seguirá creciendo.