La agenda del encuentro estará centrada en temas críticos como la guerra en Ucrania, la situación en Oriente Medio y, sobre todo, la política comercial que ha generado fricciones en los últimos meses. Trump ha intensificado su retórica proteccionista, amenazando con imponer aranceles significativos a las importaciones europeas, lo que ha puesto en alerta a los líderes de la Unión Europea.
Merz viajará a Washington el miércoles por la noche, y la reunión con Trump está programada para el jueves, seguida de un almuerzo conjunto y una rueda de prensa. El gobierno alemán busca enviar un mensaje de cooperación, pero también de firmeza, ante las políticas comerciales de Trump que podrían impactar la economía global.
El presidente estadounidense ha anunciado recientemente su intención de duplicar los aranceles al acero y aluminio importados, argumentando la necesidad de proteger la industria local. Esta medida ha generado preocupación en Europa, donde se teme una caída significativa en las exportaciones hacia Estados Unidos, según estimaciones del Instituto Kiel para la Economía Mundial.
La relación entre Alemania y Estados Unidos es crucial, no solo por el comercio, sino también por la cooperación en temas de seguridad y geopolítica. Merz ha expresado su intención de mantener un diálogo constructivo con Trump, especialmente para evitar que Washington se distancie del apoyo a Ucrania en su conflicto con Rusia.
Las amenazas de Trump no son nuevas. Desde mayo, ha intensificado sus advertencias sobre aranceles, incluyendo un posible gravamen del 25 por ciento a productos como los iPhones fabricados fuera de Estados Unidos. Estas declaraciones han sacudido los mercados y generado incertidumbre en las cadenas de suministro globales.
Por su parte, la Unión Europea, liderada por figuras como Ursula von der Leyen, ha respondido con cautela, buscando una tregua temporal en la guerra comercial. Sin embargo, la reunión de Merz con Trump será un momento decisivo para determinar si ambas partes pueden avanzar hacia un acuerdo o si las tensiones escalarán aún más.
Este encuentro no solo definirá el rumbo de las relaciones comerciales, sino que también tendrá implicaciones en la estabilidad económica global. Los ojos del mundo estarán puestos en Washington, esperando los resultados de esta cumbre entre dos líderes con visiones marcadamente distintas.