El programa Mujeres con Bienestar en el Estado de México, impulsado por el gobierno de Morena bajo la gestión de Delfina Gómez, continúa generando expectativas entre las mexiquenses. Este programa, que entrega 2,500 pesos bimestrales, busca apoyar a mujeres de 18 a 62 años en situación de pobreza, pero su implementación no está exenta de cuestionamientos. Con la veda electoral de junio 2025 recién concluida, miles de beneficiarias esperan el depósito correspondiente al bimestre mayo-junio, aunque la opacidad en las fechas y los criterios de selección persisten.
La Secretaría de Bienestar, encabezada por Juan Carlos González Romero, ha anunciado que los pagos de este bimestre comenzarán a finales de mayo o principios de junio. Sin embargo, la falta de un calendario claro sigue causando incertidumbre. Las beneficiarias, divididas en cinco grupos según la primera letra de su CURP, reciben los depósitos de manera escalonada, lo que genera confusión y retrasos para muchas. Este sistema, lejos de ser eficiente, ha dejado a varias mujeres esperando días o incluso semanas para ver reflejado el apoyo en sus cuentas.
El programa beneficia actualmente a más de 650,000 mexiquenses, pero no todas seguirán recibiendo el apoyo. En zonas urbanas, las beneficiarias concluyen su participación tras un año o 15,000 pesos recibidos, mientras que en zonas rurales el límite es de dos años o 30,000 pesos. Esta rotación, según el gobierno estatal, permite incorporar a nuevas mujeres, pero la falta de comunicación clara sobre quiénes serán dadas de baja ha generado críticas. Muchas beneficiarias desconocen si continuarán en el programa o si este bimestre será su último pago.
Además del apoyo económico, Mujeres con Bienestar ofrece servicios adicionales como asesorías legales, atención médica y descuentos en transporte público. Sin embargo, el acceso a estos beneficios no siempre es sencillo. Las beneficiarias reportan dificultades para activar sus tarjetas o consultar saldos sin incurrir en comisiones, ya que la financiera Broxel, encargada de las tarjetas, no está afiliada a un banco específico, lo que implica costos adicionales al retirar dinero o verificar depósitos.
La entrega de nuevas tarjetas también ha sido un punto de controversia. En abril y mayo de 2025, municipios como Ecatepec, Amecameca y Chalco vieron la incorporación de nuevas beneficiarias, muchas de las cuales estaban en lista de espera desde 2023. No obstante, la Secretaría de Bienestar no ha abierto convocatorias para nuevos registros en 2025, limitándose a procesar solicitudes previas. Esto ha frustrado a miles de mujeres que buscan ingresar al programa y no cuentan con un folio de años anteriores.
Otro aspecto que ha levantado dudas es la depuración del padrón de beneficiarias. Según Juan Carlos González Romero, este proceso busca garantizar que solo las mujeres que cumplen con los requisitos permanezcan en el programa. Sin embargo, la falta de transparencia en los criterios de selección y la comunicación deficiente han generado desconfianza. Algunas beneficiarias han reportado que no recibieron notificaciones claras sobre su estatus, lo que las deja en incertidumbre sobre su continuidad.
La veda electoral, que restringe la entrega de apoyos durante procesos electorales, también ha complicado la dispersión de los pagos. Aunque el gobierno estatal asegura que los depósitos se realizarán una vez concluida la veda, no se ha especificado una fecha exacta para cada grupo. Las beneficiarias deben estar atentas a la aplicación oficial del programa, pero las fallas técnicas y la falta de soporte eficiente han sido un obstáculo constante.
A pesar de las promesas de mejorar la calidad de vida de las mexiquenses, el programa enfrenta críticas por su gestión. La dependencia de Morena en el Estado de México presume el alcance de Mujeres con Bienestar, pero las quejas sobre retrasos, comisiones bancarias y falta de claridad persisten. Las beneficiarias, aunque agradecidas por el apoyo, exigen una mejor organización para garantizar que los recursos lleguen a tiempo y sin complicaciones.
El programa también ha sido vinculado al nuevo esquema de Alimentación para el Bienestar, que entrega despensas a mujeres de 50 a 64 años. Este beneficio adicional, anunciado recientemente, busca complementar el apoyo económico, pero su implementación aún está en proceso, y no todas las beneficiarias son elegibles. La falta de información detallada sobre este programa paralelo solo aumenta las dudas sobre la capacidad del gobierno para cumplir sus promesas.
En resumen, mientras MujeresWITH Bienestar sigue siendo un pilar para miles de familias mexiquenses, su ejecución deja mucho que desear. Las beneficiarias esperan con ansias el pago de mayo-junio, pero la incertidumbre, los retrasos y la falta de transparencia siguen empañando un programa que, en teoría, debería ser un apoyo sólido para las mujeres más vulnerables del Estado de México.