La Ciudad de México enfrenta un nuevo desafío para sus habitantes. El Sistema de Transporte Colectivo Metro ha anunciado cierres que complicarán aún más los traslados en la capital durante junio de 2025. Los trabajos de modernización en la Línea 1, la más antigua y transitada, mantienen a millones de usuarios en vilo.
Las estaciones Juanacatlán, Tacubaya y Observatorio de la Línea 1 permanecerán sin servicio durante todo el mes. Estos cierres son parte de las obras iniciadas en 2022, que buscan renovar sistemas obsoletos y mejorar la infraestructura. Sin embargo, la falta de un servicio eficiente sigue afectando a los capitalinos que dependen del Metro.
El tramo poniente de la Línea 1, que va de Observatorio a Pantitlán, es el más impactado. Las autoridades prometen que estas renovaciones traerán beneficios a largo plazo, como trenes más modernos y un servicio más seguro. Pero, mientras tanto, los usuarios enfrentan demoras y complicaciones diarias.
Para mitigar el impacto, el gobierno capitalino ha implementado servicios alternativos. La Red de Transporte de Pasajeros ofrece autobuses que cubren las rutas afectadas, conectando las estaciones cerradas con las que siguen operando. Sin embargo, estos transportes no siempre son suficientes para atender la alta demanda.
Los nuevos trenes de la Línea 1, que comenzarán a operar tras las obras, prometen ser un avance significativo. Se espera que consuman un 35% menos de energía y cuenten con 72 cámaras de seguridad por unidad. En total, 2,088 cámaras estarán distribuidas en la flota, según las autoridades.
A pesar de estas promesas, la molestia entre los usuarios crece. Las largas filas y los tiempos de espera en los autobuses de apoyo son una constante. Muchos capitalinos sienten que las autoridades no han dimensionado el impacto de estos cierres en su vida cotidiana.
El gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Clara Brugada, insiste en que las obras son necesarias. La reapertura del tramo hasta Chapultepec está programada para marzo, pero la modernización total de la Línea 1 podría extenderse hasta finales de 2025. Esto depende, en parte, de la terminal del Tren Interurbano México-Toluca.
Mientras tanto, los habitantes de la capital deben buscar alternativas. Estaciones como Pantitlán y Balderas, que siguen operando, se han convertido en puntos clave para quienes buscan llegar a sus destinos. La planificación de rutas se ha vuelto esencial para evitar contratiempos.
La modernización de la Línea 1 incluye la renovación completa de sus sistemas eléctricos y de vías. Aunque las autoridades aseguran que estas mejoras transformarán el Metro, la paciencia de los usuarios se agota. La pregunta sigue siendo la misma: ¿vale la pena tanto caos por un sistema que aún no muestra resultados tangibles?
El cierre de estas estaciones no es un problema aislado. La Ciudad de México enfrenta constantes bloqueos, marchas y obras viales que complican aún más la movilidad. Junio será un mes de retos para quienes dependen del transporte público en la capital.