La Ciudad de México se prepara para un fin de semana sin alcohol. Las autoridades capitalinas, encabezadas por Clara Brugada, han decretado ley seca en las 16 alcaldías debido a la elección judicial del próximo 1 de junio. La medida, que busca garantizar un proceso electoral tranquilo, estará vigente desde el sábado 31 de mayo hasta el domingo 1 de junio.
Esta decisión no sorprende, pero sí genera controversia. La jefa de Gobierno, Clara Brugada, anunció que el acuerdo se publicará en la Gaceta Oficial de la CDMX el jueves 29 de mayo. Según ella, la prohibición de venta y consumo de bebidas alcohólicas es parte de las medidas para asegurar un ambiente de orden durante la jornada electoral. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿es realmente necesaria esta restricción?
La elección judicial del 1 de junio es histórica. Por primera vez, los ciudadanos mexicanos elegirán directamente a jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial. En la CDMX, se espera una alta participación, pero también hay tensiones. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha amenazado con boicotear los comicios, lo que ha llevado a reforzar la seguridad en la capital.
El operativo de seguridad anunciado por Brugada incluye la vigilancia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Secretaría de Gobierno. Se han identificado zonas críticas en la ciudad donde se reforzará la presencia policial. La jefa de Gobierno aseguró que ningún funcionario de su administración participará en actividades relacionadas con la elección, buscando garantizar la transparencia del proceso.
La ley seca afectará a bares, restaurantes, tiendas de autoservicio y cualquier establecimiento que venda bebidas alcohólicas. Las sanciones por incumplir esta medida son severas. Quienes sean sorprendidos comprando o vendiendo alcohol podrían enfrentar multas de entre 2,375 y 3,394 pesos, o incluso arrestos de 24 a 36 horas. Para los comercios, las sanciones pueden llegar hasta los 282,000 pesos, incluyendo el decomiso de mercancía.
La medida no es exclusiva de la CDMX. Otros estados como Veracruz, Durango, Sonora y Tabasco también han confirmado la aplicación de la ley seca durante el fin de semana. En algunos casos, como en Tabasco, la restricción comenzará desde el viernes 30 de mayo. Esto refleja la importancia que las autoridades dan a mantener el orden durante esta jornada electoral sin precedentes.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con la ley seca. La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) ha criticado la medida, argumentando que afecta gravemente a los pequeños negocios. Según la ANPEC, la venta de bebidas alcohólicas representa entre el 30% y el 40% de los ingresos de estos comercios, y la prohibición fomenta la venta clandestina sin un impacto comprobado en la participación ciudadana.
En la CDMX, los restaurantes podrán vender alcohol solo si se consume con alimentos y dentro de sus instalaciones. Esta excepción busca mitigar el impacto económico en el sector restaurantero, que ya ha expresado su inconformidad con la medida. Aun así, la restricción generalizada promete cambiar la dinámica del fin de semana en la capital.
La elección judicial ha generado expectativas y tensiones. Mientras el gobierno de Morena en la CDMX insiste en que la ley seca y el operativo de seguridad son necesarios, algunos ciudadanos ven estas medidas como un control excesivo. La jornada del 1 de junio será clave para definir el rumbo del Poder Judicial, pero también para medir la capacidad de las autoridades para garantizar un proceso pacífico.
Por ahora, los capitalinos deberán planificar su fin de semana sin alcohol. La ley seca, aunque temporal, es un recordatorio de las prioridades del gobierno en un momento crucial para la democracia mexicana. Habrá que esperar para ver si estas medidas realmente contribuyen a un proceso electoral ordenado o si, como critican algunos, solo generan molestias innecesarias.