El gobierno de Israel arremetió contra el presidente francés Emmanuel Macron, acusándolo de liderar una cruzada contra el Estado judío. Esto tras las declaraciones del mandatario galo, quien instó a Europa a adoptar una postura más firme contra Israel por la crisis humanitaria en Gaza. La tensión entre ambos países escala en un contexto de creciente presión internacional.
Macron, durante una gira por el sudeste asiático, señaló que la situación en Gaza es inaceptable debido al bloqueo humanitario que ha dejado a la población al borde de la hambruna. En una rueda de prensa en Singapur, el presidente francés afirmó que, si Israel no mejora la entrega de ayuda humanitaria, Europa debería considerar sanciones. Sus palabras han generado una fuerte reacción en Jerusalén.
El Ministerio de Exteriores de Israel emitió un comunicado contundente, negando que exista un bloqueo humanitario. Según las autoridades israelíes, las acusaciones de Macron son una mentira descarada y carecen de sustento fáctico. Además, criticaron al presidente francés por promover el reconocimiento de un Estado palestino, algo que consideran una recompensa a los milicianos de Hamas.
Macron defendió que la creación de un Estado palestino es una exigencia política, no solo un deber moral. Sin embargo, estableció condiciones claras: la liberación de rehenes retenidos por Hamas, la desmilitarización del grupo y su exclusión del gobierno palestino. También subrayó la necesidad de reformar la Autoridad Palestina y garantizar la seguridad de Israel en la región.
El gobierno israelí, encabezado por Benjamin Netanyahu, no ha tardado en responder. Calificaron las palabras de Macron como un ataque directo al Estado judío, acusándolo de ignorar los hechos y alinearse con narrativas que, según ellos, favorecen a grupos terroristas. La disputa refleja las crecientes tensiones entre Israel y algunos líderes europeos.
La situación en Gaza sigue siendo crítica. Tras meses de conflicto, la entrada de alimentos y suministros ha sido limitada, lo que ha agravado la crisis humanitaria. Las operaciones militares israelíes en la Franja han generado miles de desplazados y un número creciente de víctimas, según reportes internacionales.
Por su parte, Macron anunció que Francia co-presidirá una cumbre en la ONU a mediados de junio para abordar el conflicto. En este encuentro, se espera que se discuta el reconocimiento de un Estado palestino y posibles medidas para garantizar la ayuda humanitaria en Gaza. La propuesta ha generado división en la comunidad internacional.
Mientras tanto, Hamas evalúa una propuesta de alto el fuego presentada por Estados Unidos, que incluye una pausa de 60 días en las hostilidades y la liberación de rehenes. Sin embargo, la milicia palestina considera que el plan no cumple con sus demandas y podría consolidar la ocupación israelí, lo que complica las negociaciones.
La Unión Europea, según Macron, podría revisar su Acuerdo de Asociación con Israel si no se respetan los derechos humanos y las normas humanitarias. Esta posibilidad ha generado preocupación en Jerusalén, que ve en las palabras del presidente francés un intento de aislar al país en el escenario global.
El enfrentamiento verbal entre Israel y Francia pone en evidencia las profundas divisiones sobre cómo abordar el conflicto en Gaza. Mientras las acusaciones cruzadas continúan, la población gazatí sigue enfrentando una crisis sin precedentes, atrapada entre la guerra y la falta de recursos básicos.