La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) ha dado un paso al frente en su compromiso social al donar tres toneladas de frijol a la campaña “Chihuahua Comparte”, impulsada por Cáritas de Chihuahua. Esta acción busca llevar alimento a miles de familias en situación de vulnerabilidad en el municipio de Chihuahua y la Sierra Tarahumara.
La entrega se llevó a cabo en una ceremonia encabezada por Julio Mercado Rodríguez, presidente de la CMIC, acompañado por el Comité Directivo del organismo. También estuvieron presentes Luis Alfredo Fitzmaurice Castro, presidente del Patronato de Cáritas de Chihuahua, y Adrián Aguirre Reyna, director operativo de la organización, quienes agradecieron el gesto solidario.
El programa “Chihuahua Comparte” tiene como objetivo principal combatir la inseguridad alimentaria en la región. Según datos del Inegi, en el estado de Chihuahua, 370 mil personas viven en pobreza alimentaria, de las cuales 75 mil residen en la capital. Esta cifra refleja la magnitud del desafío que enfrenta la población.
En las zonas altas de la Sierra Tarahumara, la situación es aún más crítica. Se estima que el 60 por ciento de los niños y niñas sufren desnutrición severa, un problema que se ha agravado por la sequía que afecta al estado desde hace dos años. La falta de lluvias ha impactado directamente la producción agrícola, reduciendo la disponibilidad de alimentos.
La donación de la CMIC no es un hecho aislado. Desde su inicio en agosto de 2023, la campaña “Chihuahua Comparte” ha logrado recolectar más de 186 mil kilogramos de alimentos, de los cuales 154 mil ya han sido distribuidos a 12 mil 756 familias en comunidades marginadas de la ciudad y la sierra.
Este esfuerzo conjunto demuestra el impacto de la colaboración entre organizaciones civiles y el sector privado. La CMIC ha reiterado su compromiso con iniciativas que busquen mejorar las condiciones de vida de los chihuahuenses más necesitados, invitando a otros empresarios a sumarse a estas causas.
La sequía prolongada no solo ha afectado la producción de cultivos básicos como el frijol, sino que también ha encarecido los precios de los alimentos. Esto agrava la situación de inseguridad alimentaria, especialmente para las familias que dependen de la agricultura para su sustento.
Frente a este panorama, acciones como la de la CMIC representan un alivio para las comunidades más afectadas. La entrega de estas tres toneladas de frijol es un paso significativo para garantizar que más familias tengan acceso a alimentos esenciales.
Cáritas de Chihuahua continúa trabajando para ampliar el alcance de la campaña, con el objetivo de llegar a más hogares en situación de vulnerabilidad. La participación de la sociedad civil y el sector empresarial es clave para enfrentar los retos de la pobreza alimentaria en la región.
La solidaridad mostrada por la CMIC es un ejemplo de cómo el sector privado puede contribuir a resolver problemas sociales urgentes. En un contexto de crisis climática y económica, estas iniciativas son un recordatorio de la importancia de trabajar juntos por un Chihuahua más justo y equitativo.