La presidenta Claudia Sheinbaum des、西2.0pt;font-family:”Times New Roman”;color:#000000’>Times New Roman’;color:black’>ha desatado una fuerte controversia al acusar a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de alinearse con la derecha conservadora en un supuesto intento de boicotear la elección judicial del próximo 1 de junio. Según la mandataria, las protestas de los maestros, que incluyen bloqueos al Instituto Nacional Electoral (INE), no tienen relación con sus demandas laborales.
En su conferencia matutina del 26 de mayo, Sheinbaum cuestionó duramente la conexión entre las exigencias de la CNTE, como la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007, y sus acciones contra el INE. La presidenta afirmó que este boicot va en contra de los intereses del pueblo mexicano, comparándolo con las posturas de los sectores más conservadores que también buscan deslegitimar la elección judicial.
La CNTE, que mantiene un plantón en el Zócalo de la Ciudad de México desde el 15 de mayo, ha intensificado sus protestas con bloqueos en puntos clave como el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Estas acciones han generado caos en la capital y críticas de Sheinbaum, quien señaló que afectan a la ciudadanía y a 1.2 millones de estudiantes que se han quedado sin clases.
Sheinbaum insistió en que su gobierno está abierto al diálogo, pero descartó reunirse directamente con la CNTE, argumentando que las mesas de negociación con las secretarías de Gobernación y Educación son suficientes. La mandataria subrayó que revertir la Ley del ISSSTE representaría una carga financiera insostenible para el Estado, poniendo en riesgo los programas sociales.
Los maestros, por su parte, han rechazado las acusaciones de Sheinbaum, negando cualquier vínculo con partidos de oposición. En una conferencia frente a las instalaciones de Televisa, la CNTE exigió respeto y aclaró que no ha decidido formalmente boicotear la elección judicial, aunque no descartan movilizaciones hasta el 1 de junio si no hay respuestas concretas.
La presidenta destacó que su administración ha impulsado mejoras para los maestros, como un aumento salarial del 10% y la basificación de casi un millón de docentes durante el gobierno anterior. Sin embargo, la CNTE considera insuficiente este incremento y mantiene su demanda de un aumento del 100% y la abrogación de las reformas de 2007.
El conflicto ha escalado tras la cancelación de una reunión programada con Sheinbaum el 23 de mayo, luego de que los maestros bloquearan Palacio Nacional y agredieran a periodistas. La mandataria condenó estas acciones, calificándolas de antidemocráticas y argumentando que no justifican la exigencia de un diálogo directo con ella.
Sheinbaum también señaló que no hay evidencias de una alianza formal entre la CNTE y la derecha, pero insistió en que sus argumentos coinciden al intentar frenar la elección judicial. La presidenta llamó a la ciudadanía a participar en los comicios, destacando que el 72% de la población considera importante este proceso, según una encuesta reciente.
La tensión entre el gobierno y la CNTE continúa creciendo, con posibles movilizaciones en varios estados el día de la elección. Los maestros exigen que Sheinbaum cumpla sus promesas de campaña, mientras el gobierno advierte sobre las consecuencias financieras de sus demandas.
Este enfrentamiento refleja un desafío significativo para la administración de Sheinbaum, que busca equilibrar el apoyo al magisterio con la estabilidad económica y la promoción de la reforma judicial, en un contexto de protestas que podrían alterar un proceso electoral histórico.