El Congreso de Guanajuato pospuso la decisión sobre la despenalización del aborto tras un empate histórico de 18 votos a favor y 18 en contra. La votación, que marcó un momento crucial en el estado, dejó en suspenso una reforma que buscaba eliminar el delito de aborto del Código Penal. La discusión, que se extendió por más de seis horas, reflejó la profunda división entre los legisladores y la sociedad.
La diputada Rocío Cervantes Barba, del PRI, fue clave al votar en contra, sumándose a los 16 legisladores del PAN y un diputado del PRD. Su decisión generó un empate que impidió archivar o aprobar el dictamen. En tribuna, Cervantes defendió su postura a favor de la vida desde la concepción, lo que desató aplausos de los grupos provida presentes en la sesión.
Por otro lado, legisladores de Morena, Movimiento Ciudadano, Partido Verde, Partido del Trabajo y dos del PRI votaron a favor de la despenalización. Argumentaron que penalizar el aborto criminaliza a las mujeres, especialmente a las más vulnerables, y va en contra de los derechos reproductivos. Criticaron la falta de acción para armonizar las leyes locales con las sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
La sesión estuvo marcada por tensiones, con consignas de colectivos feministas y grupos provida dentro y fuera del Congreso. Las feministas, con pañuelos verdes, exigían el derecho a decidir, mientras los provida defendían la protección de la vida desde la concepción. La presidenta del Congreso, Miriam Reyes Carmona, tuvo que llamar al orden en varias ocasiones ante los gritos y pancartas de ambos grupos.
Además del dictamen sobre el aborto, se archivaron otras iniciativas relacionadas. Una proponía eliminar de la Constitución local la definición de persona desde la concepción hasta la muerte natural. Otra buscaba obligar al Estado a garantizar servicios de salud sexual y reproductiva, incluyendo la interrupción del embarazo. Ambas fueron desechadas con 21 votos a favor del archivo.
Guanajuato sigue siendo uno de los nueve estados mexicanos que no han despenalizado el aborto, a pesar de la sentencia de la Suprema Corte que ordena a los congresos locales ajustar sus leyes. En el estado, el aborto solo es permitido en casos de violación, pero el proceso es complejo y lleno de obstáculos burocráticos, según denuncias de colectivos feministas.
La votación se retomará en la próxima sesión, el 5 de junio. Si el empate persiste, el tema se pospondrá al siguiente periodo ordinario, y de continuar la paridad, el dictamen será archivado definitivamente. Esto mantiene en vilo a quienes luchan por los derechos reproductivos en Guanajuato, un estado con fuerte influencia conservadora.
Colectivos feministas anunciaron que seguirán presionando en las calles y tribunales. Mientras, los grupos provida celebraron el resultado como una victoria temporal. La polarización en torno al tema promete mantener el debate vivo en las próximas semanas, con ambos lados buscando inclinar la balanza a su favor.
El empate refleja la complejidad del tema en un estado donde el PAN ha dominado históricamente el Congreso. Desde 2009, la Constitución local protege la vida desde la concepción, un punto que ha sido central en el rechazo a las iniciativas de despenalización. Este precedente continúa marcando la discusión legislativa.
Mientras 23 estados y la Ciudad de México han despenalizado el aborto hasta las 12 semanas de gestación, Guanajuato se mantiene rezagado. La decisión final podría sentar un precedente importante para los derechos reproductivos en el estado y en el país.