La Ciudad de México enfrenta la temporada de lluvias con un nuevo plan del gobierno de Clara Brugada. Este jueves se puso en marcha el operativo Tlaloque, una estrategia que promete coordinar esfuerzos para evitar inundaciones y atender emergencias. Pero, ¿es realmente una solución efectiva o solo un intento más de Morena por mostrar control?
El plan Tlaloque, según las autoridades, involucra a más de mil elementos de diversas dependencias. Entre ellas están el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, la Secretaría de Seguridad Ciudadana, el Cuerpo de Bomberos y las 16 alcaldías. La idea es tener una respuesta rápida ante encharcamientos e inundaciones, pero la pregunta es si esta coordinación será suficiente.
Con una inversión de mil 570 millones de pesos, el gobierno capitalino asegura haber fortalecido el sistema de drenaje. Se destinaron 570 millones a la renovación de redes de drenaje, un punto crítico en temporadas pasadas. Sin embargo, los ciudadanos aún recuerdan las calles anegadas y el caos vial de años anteriores. ¿Será esta vez diferente?
Un pilar clave del operativo es el Sistema de Alerta Temprana. Este sistema promete avisar con hasta seis horas de antelación sobre la intensidad y ubicación de las lluvias. La intención es que tanto la población como las autoridades puedan prepararse. Pero en una ciudad donde las coladeras suelen estar obstruidas, la efectividad de estas alertas está por verse.
Entre febrero y mayo, se llevó a cabo un programa intensivo de desazolve. Según el gobierno, se limpiaron kilómetros de drenaje para reducir riesgos. También se adquirió maquinaria pesada, como grúas y retroexcavadoras, con una inversión de 500 millones de pesos. La duda persiste: ¿es esto suficiente para una metrópoli tan vulnerable a las lluvias?
El operativo incluye brigadas especializadas, llamadas Ehécatl, desplegadas en puntos estratégicos de la ciudad. Estas brigadas cuentan con personal capacitado y equipo avanzado para responder a emergencias. Sin embargo, la ciudadanía se pregunta si estas brigadas podrán actuar con rapidez en colonias donde las inundaciones son recurrentes.
Clara Brugada destacó que el plan busca proteger vidas y garantizar la movilidad. En su presentación, insistió en que la coordinación interinstitucional es la clave. Pero en una ciudad donde los problemas de infraestructura son históricos, muchos dudan de que un solo plan pueda resolverlos.
El gobierno también hizo un llamado a la población para colaborar. Piden no tirar basura en las calles, reportar taponamientos a Locatel y seguir las alertas oficiales. Estas recomendaciones, aunque sensatas, parecen insuficientes si no se resuelven los problemas estructurales de fondo.
La temporada de lluvias apenas comienza, y los ojos están puestos en el desempeño del operativo Tlaloque. Los capitalinos esperan resultados concretos, no solo promesas. La administración de Morena en la CDMX está bajo escrutinio, y este plan será una prueba de su capacidad para gestionar emergencias.
¿Podrá el gobierno de Clara Brugada evitar el caos que las lluvias suelen traer? Solo el tiempo lo dirá. Por ahora, la ciudad se prepara, pero la desconfianza prevalece. Los próximos aguaceros pondrán a prueba si Tlaloque es una solución real o solo un parche más.