El estado de Chihuahua enfrenta una crisis sin precedentes por incendios forestales, posicionándose como el líder nacional en superficie afectada durante 2025. Según datos oficiales, los siniestros han consumido más de 179 mil hectáreas, una cifra alarmante que refleja la gravedad de la situación en la región.
La Comisión Nacional Forestal reporta que, al cierre de mayo, Chihuahua registra 464 incendios forestales, de los cuales 444 han sido combatidos. Actualmente, 20 siniestros permanecen activos, afectando municipios como Madera, Moris, Guachochi, Urique, Guadalupe y Calvo, Ocampo y Balleza.
Madera destaca como el municipio más afectado, con un incendio que ha devastado 36 mil 500 hectáreas en diversas localidades. Otro siniestro en el mismo municipio ha consumido 7 mil 400 hectáreas, mientras que en Moris, un incendio afecta 10 mil 360 hectáreas en el área protegida de Tutuaca.
Guadalupe y Calvo enfrenta una situación crítica, con 10 incendios activos que han arrasado con 2 mil 838 hectáreas. Uno de los más significativos, en La Nopalera y Mala Noche, ha consumido 925 hectáreas, con un avance mínimo en su control.
Las condiciones climáticas han agravado la situación. La sequía extrema que azota al estado, combinada con altas temperaturas y vientos variables, ha facilitado la propagación de los incendios. La vegetación seca, como pinos, encinos y pastizales, actúa como combustible.
Un total de 345 brigadistas, provenientes de diversas instituciones y comunidades locales, trabajan incansablemente para contener las llamas. Sin embargo, la topografía accidentada y las condiciones adversas dificultan las labores de contención en la Sierra Tarahumara.
A pesar de los esfuerzos, los incendios han causado daños significativos, incluyendo la interrupción del suministro eléctrico en Guadalupe y Calvo. Hasta el momento, no se reportan pérdidas humanas, pero la afectación al ecosistema es innegable.
La Secretaría de Desarrollo Rural y la Comisión Nacional Forestal han intensificado las acciones de combate, con el apoyo de helicópteros y brigadas especializadas. La colaboración ciudadana, reportando oportunamente los siniestros, sigue siendo clave para mitigar esta crisis.
La magnitud de los incendios en Chihuahua supera a otros estados, como Sonora y Durango, que también enfrentan afectaciones considerables. La situación pone en alerta a las autoridades y resalta la urgencia de estrategias de prevención.
Este panorama refleja los desafíos ambientales que enfrenta Chihuahua, donde la sequía y las condiciones climáticas extremas han convertido a los incendios forestales en una amenaza constante para los bosques y las comunidades locales.