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Autoridades en Chihuahua responden a la falta de luz en escuelas, pero la solución tarda

En Ciudad Juárez, padres de familia de un kínder y una primaria han alzado la voz por la falta de energía eléctrica en los planteles educativos de sus hijos. La situación, que lleva semanas sin resolverse, ha generado malestar entre la comunidad escolar, que exige condiciones dignas para el aprendizaje.
La ausencia de luz ha afectado el funcionamiento de las escuelas, obligando a los alumnos a estudiar en condiciones precarias. Las altas temperaturas en la región agravan el problema, ya que los salones sin ventilación ni iluminación se vuelven insostenibles para los niños y maestros.
Según los padres, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no ha atendido de manera efectiva las fallas en el suministro eléctrico. La infraestructura eléctrica de los planteles, que ya presentaba problemas tras el abandono durante la pandemia, no ha recibido el mantenimiento necesario.
Las autoridades educativas locales han prometido intervenir, pero la respuesta ha sido lenta. Javier González Mocken, titular de la Secretaría de Educación y Deporte, aseguró que el problema será atendido a través del Instituto Chihuahuense de Infraestructura Física Educativa, aunque no dio plazos concretos.
La falta de un contrato formal con la CFE para estas escuelas ha complicado la reconexión del servicio. Los padres denuncian que, a pesar de los reportes realizados, las autoridades no han mostrado la urgencia necesaria para resolver el problema.
Maestros y familias han unido esfuerzos para visibilizar la situación, organizando protestas pacíficas frente a los planteles. Su principal demanda es que los niños puedan estudiar en un entorno adecuado, sin interrupciones por fallas en los servicios básicos.
El caso ha generado críticas hacia la gestión estatal, pues la comunidad escolar considera que la respuesta ha sido insuficiente. La educación de los niños, argumentan, debería ser una prioridad que no admite demoras.
Mientras tanto, los alumnos enfrentan horarios reducidos y condiciones que dificultan su aprendizaje. La falta de energía no solo afecta las clases, sino también el uso de equipos como computadoras y sistemas de agua potable.
La situación en estas escuelas de Ciudad Juárez refleja un problema recurrente en varias regiones del estado, donde la infraestructura educativa sigue siendo un reto. Las autoridades locales han prometido soluciones, pero la paciencia de las familias se agota.
La comunidad espera que este caso sirva para que se priorice la mejora de las condiciones en las escuelas públicas, garantizando que los niños tengan acceso a una educación de calidad sin obstáculos.

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